Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812
724 ELLA DUNBAR TEMPLE parte, porque previendo lo que resultó, se opuso á la entrada de es– tos voluntarios. El numero de Yndios en comparacion de los que venian hera exesibo. Sus armas nada ventajosas, sino antes igua– les. ¿Quien no devia temer el sacrificio de aquellos/. 696v honrrados vecinos? Mi parte es verdad haver dicho en aquella concurrencia, si el capitan Santalla, en su primer oficio, havi~ manifestado qual hera su comicion, de donde emanaba, qual su obgeto, y sus miras, á que todos contestaron, que no dirigia su venida si nó á entrar; á que mi parte repuso que todo hera presivo Saver, pero que no se detuviesen en nada mas, que en avisarle que los Ynsurgentes se agol– pavan de nuevo, y que si no heran vastantes, procurasen no dar victoria á los Yndios, en terminos claros, que andasen no ser ven– didos? Y que susedio? que los Yndios se apoderaron de las escope– tas, y polbora de la ciudad, y encontrando en el refuerzo una devil resistencia, se llamaron á victoriosos viendolos fugar. No save mi parte si el discurrir de modo que el suceso verfique el pr·esagio, sea oponerse con la absoluta con que deponen Arisa, y Berrospi, su ofi– cio no se moderó por contener palabras pocos fieles, sino por que por moderacion dijo, pudiera ferborisarme en el estilo, y se sugetó al que adoctando su mismo pensamiento, dictó el cura de Chavin/. 697 usando de la misma substancia, aunque no de las mismas frases, cuio acto prueva la docilidad de mi parte, en sugetarse á qualquiera jui– cio, y no ser dueño de su opinión. Está pues plenamente combencido, que mi parte en sus oficios, . en sus sermones, y combersaciones es todo del Rey el Señor Don Fernando 79 como consta de las informaciones, y sumario .que pre– s·enta; que si en su mano hubiera estado, los males de esta ciudad, no huvieran llegado al estremo, pues con compañeros, huviera pelia– do, como el mejor soldado, y el mas Patriota, que tiene dado prue– vas de la mayor fidelidad al Soberano. El sindicato de las poesias de que solo una vez, á usado es casi un atomo, en comparacion de los inumerables testimonios, que aun pudiera produsir en esta ciudad, como en el Cerro, donde siempre abló con el mayor esmero, á favor del Rey sobre todo lo qual imploro la benignidad de Vuestra Seño– ría con humilde rendimiento que tenga abien absorberlo de todo car– go, en orden á las Poecias, pues á ello fue incitado por el mal exem– plo de los papeles publicos como lo protesta, y/. 697 v para ello. (Al margen) A Vuestra Señoria pido y suplico que dando por contestado el Traslado, vien provada la acción de mi parte, y desvanecidas las negras calumnias, con que se quería obscureser su buen nombre, sele declare por fiel vasallo del Soberano, muy adicto á las legitimas
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