Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

726 ELLA DUNBAR TEMPLE toso su trabajo, se ha empleado sobre las armas presentandose con su respectivo piquete para quantos auxilios han necesitado estos Ma– gistrados· (Al margen) 4a. Yten digan: sí han savido, o tenido noticias que despues de ocu– parse mi parte en todo lo yá mencionado, en aquellos ratos, sobrios, que le f eanqueaba su vital descanso, por las noches, o en dias festi– vos: sí se ocupaba en juntas, en malas compañias, o en otros nota– bles desconciertos por donde los Jueces lo repr.ehendiersen, o persi– guiesen. (Al margen) 5·a. Yten digan: Sí antes de la Ynsurreccion oyeron q'Ue mi parte se expresase dir.ecta, o indirectamente con el designio de que tubiese efecto: si despues de verificada saben, ú oído decir, que para que progresase, fuese causa movente; o sí lo han visto, sabido, ó tenido noticia que en las juntas que hacian esas cabesas de los Ynsurgen– tes (por S·er natural las hiciesen) asistía, ó se le nombraba en ellas. (Al margen) 6a. Yten digan: si en la primera marcha que hiso el complot de esos Yngentes de esta ciudad para Ambo contra los leales Cerreños, es verdad que mi parte, estando trabajando encerrado en su casa, ca– si todo el exercito lo sorprehendió, y despues de substraerla varias frioleras, ó bienes suyos, con el mayor rigor, y las mas temibles ame– nasas, (despues de que ellos mismos le pusieron labrida a su eavallo) lo obligaron á que sirbiese de Porta-Estandarte al que llebaron al prenotado Ambo, lo que admitió por no tomar armas de fuego, y ha– cer averías con ellas: todo ello practicaron en recompensa de que su fidelidad acompañó a los Europeos con una rica escopeta (que per– dió por haberse caído al rio de Huayaupampa) á impedir el pasage del puente, y tambien por que pernoctando esa misma noche pasó a llamar la gente de Tomayquichua de orden in scriptis de este Caba– llero Subdelegado, para que concurriesen á auxiliar, y defender la ciudad. /.699 (Al margen) 7 a. Yten digan: si en el primer asalto, que hisieron los Ynsurgen– tes á dicha ciudad, se halló mi parte en el; si por el contrario des– pues de estar en Tomayquichua como se ha expuesto anteriormente, pasando con el mismo designio de reclutar gente á Quicacan, pasa– do el medio dia, encontró con los Señores Subdelegados, y otros Eu– ropeos que se retiraban; en cuyo instante sele dio orden ami parte,

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