Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUANUCO DE 1812 9 (Al margen) 2<> Testigo. En este pueblo de Pachas en trese dias del mes de Julio del año que rrije para continuar la sumaria a que s·e contrae mi comi.cion pre– sentó por testigo Don Pio Mirabal á Francisco Alexandro, vecino de este pueblo, a quien yo el Comicionado le recivi juramento que lo hiso por Dios nuestro Señor y una señal de Cruz so cargo del cual ofrecio desir berdad en lo que supiere, y le fuere preguntado, y su ;.sv y siendolo (sic) al tenor del ynterrogatorio presentado a la pri– mera dixo: Que sabe, y le consta que armó a barios becinos fieles que se haparecieron en el Pueblo, a quienes Mirabal armó de escope– tas y sables para resistir a los ynsurjentes que se abocaron a este pueblo de regreso (sic) del pueblo de Llata, y que sin duda huvie– ran logrado los dichos rebeldes a s·er muchos daños en este Pueblo sino se huviera decidido Mirabal a haser la defensa respecto a estar la poblacion cuasi abandonada, y responde. A la segunda que el referido Mirabal probeyó a los defensor·es d-e polbora, y valas haci cuando entraron los ynsurgentes aquí como para la defens~ del puente aunque no vido aser las· fundiciones, y responde. A la tercera dijo: Que fueron arrollados los rebeldes por el cor– to número de fieles, y su ·caudillo Miraba! asta la vanda del río pa– sando el puente distante una legua de este pueblo, y responde. A la cuarta dix<> que -es cierto tuvieron un reñido combate con los rebeldes en el mismo puente de mas de beinte, y cuatro oras su– friendo las inclemencias del tiempo, y responde. A la quinta dixo: Que es cierto que el número de ynsurjentes pasaron de mas de mil, y quinientos, y los fieles, por todo solo dies, y que haci lograron que se retiras~n del punto del puente, por pocos momentos, y responde. /.9 A la sesta dixo que es sierto, y le consta que Miraba! tubo su vida expuesta a perderla por allarse lo yndios de una, y otra banda indignados contra él a causa de no aber accedido a sus ydeas, y que hacia recistencia contra ellos, y responde. A la septima dixo que oyó barios ynsultos qu-e le hicieron a Mi– raba} los ynsurjentes, amenasandolo quitarle la vida y otros impro– perios yguales, y responde. A la octaba dixo: Que sabe por haberlo visto que aquella escolR ta fiel fueron mantenidos por Mirabal en el punto que guardaban de los viberes nesesarios y peltrechos y responde.

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