Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCióN DE HUANUCO DE 1812 13 A la septima. dijo que con el motivo de estar juntos con el no– minado Pio Mirabal pres·encio el declarante que le pasaron los in– surgentes varios papeles insultantes y de desafio amenazandole en eBos quitarle la vida y responde. A la octava d~jo que save y le costa que a toda aque11a / jente / fiel los mantubo de granos, carne, guisos, coca y tabaco todo el tiem– po que duro el sitio y re·sponde. A la nona dijo que sin embargo de su ausincia quedo su mujer encargada aprestar todos los auxilios a los defensores del Rey y la Patria hasta concluir con sus bienes y responde. A la desima y contenido del ofro escrito del interrogatorio pre– sentado en esta misma fecha contesto que en lo substancial havia ya depuesto en el todo; en las preguntas antes·edentes y que no te– nia nada que añadir ni quitar baxo del juramento que lleva hecho en el que, se afirmo y ratifico leyda que fue esta su Declarasion de principio .a fin; que aunque le tocan las general€s de la Ley save lo que contiene la gravedad de juramento y sus penas; que es de edad de cinquenta y cinco años y por careser de 'Cista trajo a su hijo Ale– xandro Mirabal para· que firmase por el quien lo hiso conmigo y tes– tigos de mi actuasion en el prefijado dia mes y año. Por tni padre Ceballos (Rubricado). Por mi padre: Alejandro Mirabal (Rubricado!. Manuel Berrospi (Rubricado). Francisco Coronel de Dávila (Rubricado). (Al margen ) 5<? Testigo. Inmediatamente y para el indicado fin presento lo, parte recu– rrente a Pedro Pablo Berrospi vesino de este referido pueblo a quien yo el Comisionado le resivi juramento que lo hiso por Dios nuestro señor y una señal de Cruz / .12 So cargo del qual ofreció decir verdad en lo que supiere y fuere examinado y siendo1o por el ynterrogato– rio que va por cavesa de este proceso a la primera. Dijo que entre los muchos que temerosos del daño que les podian haser lo ynsurgente que entraban a este pueblo se retiró el declarante a ocultarse en lo altos y que con este motivo no presencio la entrada de ellos, pricion de sus caudillos, ni la guerrilla que armo Don Pio M!rabal; pero que a su regreso fue instruido por muchas personas de verdad el suceso que pn~sedio en aque dia y haviendo pasado incontinentemente al puente a reunirse con Miraba! y el poco numero de leales enconfró ya en el las armas que el pre dicho Mirabal havia proporcionado ~valiendose de una de ellas fue uno de los conbatientes y responde.

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