Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 107 Al día siguiente fijó vuestro Reverendo Arzobispo en las puertas de las iglesias, excomunión contra los que no restituyesen esos procesos, y demás papeles, y en virtud de este anatema ya se han restituido muchos. Reflexioné entonces que si mi discurso se daba a luz impre– so podría decirse, que yo había movido al pueblo para cometer este atenta~o, y que lo calentaba para que repitiese otros. Por eso corrí inmediatamente a la imprenta lo saqué y se lo remito a V.M. manuscrito. · Si V.M. tuviese por conveniente mandar se imprima allá, está será para mí la satisfacción más honrosa, y un testimonio público de mi obediencia a vuestras sob'eranas decisiones. Si yo lo imprimo aquí, temo ya que se me levante un crimen. Es infi– nito el vulgo de santones, beatos y frailes que lloran la muerte · de la Inquisición y hasta vuestro Reverendo Arzobispo con bue– nas intenciones, aunque no con la mejor ilustración lo llora. La vez pasada en que como elector pronuncié un breve dis– curso en la Sala Capitular de este Ayuntamiento, exhortando a la unión y concordia entre americanos y europeos, se me calificó de antipatriota: Ahora dirían que soy hereje, pues así llama la chusma al que aprueba la santa abolición de la Inquisición. Tam– bién dirían que intento encender en el pueblo segunda guerra contra la casa de la Inquisición. No tengo pocos enelnigos en los canónigos y sus aduladores. No quiero tener otro mayor en la persona de vuestro Reverendo Arzobispo, disgustado de atrá.s con mi impugnación contra vuestro Reverendo Obispo de Orense, que ha remitido a V.M. todavía la falsa piedad ha de hacer apo– logías a favor de Judas Iscariote. Dios guarde a V.M. muchos años. Lima, setiembre 13 de 1813. Señor Angel de Luque (Rúbrica) A.G.I. Lima. 1015.

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