Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 145 más dispositivos, que tenga todo listo; pedimos se ordene, circule y ponga en feliz movimiento en esta propia fecha; o si lo contra– rio se ordena, se nos dé testimonio de esta expresión, que en toda forma juramos por Dios Nuestro Señor. Cusco, diciembre cator– ce de mil ochocientos doce. Firmados treinta y siete individuos. Muy Ilustre Señor Presidente. Los ciudadanos del Cusco, que con la acción del pueblo y el vigor de la Constitución, ya nos he· mos expresado volvemos a hablar ante Usía en igual forma. El juntar cortes cada año es el único medio legal de asegurar la ob– servancia de la Constitución, sin convulsiones, sin desacato a la autoridad y sin recurrir a medidas violentas que son precisas y aun inevitables cuando los males y vicios en Ja administración llegan a tomar cuerpo y envejecerse. Así lo funda la Comisión de Constitución en su primer preliminar. A pesar de este supremo y sagrado interés y cuando más importaban los representantes de la Nación convocados y pedidos para afianzar los primeros funda– mentos de la máquina política de Constitución que con admira– ción respetamos; se ha visto el Cusco sin diputados que hablen por la nobilísima Madre del Perú. Batallando el Cabildo expirante so– bre dietas y viático jamás ha desenmarañado ese nudo. El resul– tado actual es que postergada esta ciudad sin embargo de su pre– terente representación en cortes sólo finca su desagravio en la mi– sión del que se espera para las ordinarias. Para este fin en que vigila el pueblo se hallan exhaustos los ramos destinados sobre el erario público para hacer algún suplemento y empeñado el Cabildo en hacer la erogación de dos mil pesos en refresco celebrante de la Constitución, se opone indirectamente a los decretos de ella y tra– baja porque se contribuye la postergación en aquel augusto Con– greso. Dentro de dos o tres meses a más tardar estarán electos los diputados y el hermoso retorno de la nueva planta el .Cabildo Elec– tivo se hallará sin refrigerio, es decir sin dinero por cuya falta no tendrá el Cusco Diputado en las Cortes próximas ordinarias, así como por este defecto no los ha tenido en las extraordinarias. ¿Quién debe responder? La prodigalidad a que nos oponemos. No creemos pues que el patriotismo de Usía. tenga parte en tan grave daño, antes sí esperamos que como Presidente, de este Ca– bildo delibere con él la seguridad y ningún desperdicio de este dine– ro, el ahorro o suspensión del proyectado refresco y la solemnidad única que apetece el público, según el esplendor del día 14. Pero si no obstante es despreciada la orden general, la acción legítima y derecho del pueblo, pide éste que se haga la erogación darido los

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