Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 227 OFICIO. - Por órdenes de este Gobierno y del Excelentísi– mo señor Virrey del Reino, vamos a trasladarnos a la Capital de Lima a disposición del Gobierno Superior. Yo como Alcalde Cons– titucional de Primera Elección del año próximo pasado; el Agente Fiscal Doctor Don Agustín Ampuero; el Primer Síndico del Ilustre Ayuntamiento Doctor Don Rafael Ramírez de Arellano y el Doc– tor Don Francisco Galdos, Segundo Síndico absuelto. Parece se nos ha imputado el haber ofendido la salud pública y tranquili– dad de esta ciudad, cuando es público y notorio que hemos con– currido a formar, conservar y aumentar esa recomendable tran– quilidad, observando en lo particular una arreglada conducta en el desempeño de nuestros ministerios públicos la mayor exacti– tud en obsequio de la ley, de la justicia y demás resortes del bien y felicidad común. Y conviniéndonos el llevar constancia de esto, suplico a Vuestra Merced por mí y por los demás interesados que a continuación se sirva informar o certificar con la verdad que le es característica cuanto sepa por razón de su ministerio y que le conste de público y notorio. Dios guarde a Vuestra Merced mu– chos años. Cusco, enero catorce de mil ochocientos catorce. Martín Valer.- Señor Doctor Don José Manuel Sánchez Cura Coadjutor del Triunfo. INFORME. - Siendo público y notorio que la conducta de Vuestra Merced y los tres individuos que refiere su oficio han me– recido la más decorosa estimación en esta ciudad, no puedo me– nos que informar en testimonio de la verdad que ésta ha sido y lo es irreprensible que se ha esmerado en Vuestra Merced y ca– da individuo particularmente emularse en el cumplimiento de sus cargos, teniendo por único objeto el cumplimiento de la ley y beneficio público, conservando, fomentando y promoviendo la tranquilidad pública de que somos poseedores por especial don del cielo. Su conducta particular, como la de los otros individuos es distinguida por su cristiandad y justicia, guardando a Dios sus mentados y al hombre sus derechos, clásicas cualidades con que se han distinguido como los mejores hombres de bien que conocemos. Es lo que informo en justicia y verdad, puesto que les convenga. Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. Cusco, catorce de enero de mil ochocientos catorce. Maestro Manuel Sán– chez de la Cruz. COMPROBACION. - Yo, el infrascrito Escribano de su Majes– tad Público del Número, Notario de la Real Junta Unida de Diez-

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