Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUC!ON DEL CUSCO DE 1814 247 ble, leal Y fidelísima gran ciudad del Cusco, a diez y siete de ene– ro de mil ochocientos catorce y en. fe de ello la firmo: Mariano Meléndez Páez. OFICIO. - Por órdenes de este Gobierno y del Excelentísimo Señor Virrey del Reino. A pesar de mi quebrantada salud, voy a trasladarme a la Capital de Lima, a disposición del Gobierno Su– perior como Alcalde Constitucional de primera nominación del año próximo pasado. Parece se me ha imputado el haber ofendido la salud pública y tranquilidad de esta ciudad, cuando es público y notorio que he concurrido a formar, conservar y aument'ar esa recomendable tranquilidad, observando una arreglada conducta y en el desempeño de mi ministerio público, la mayor exactitud en obsequio de la ley, de la justicia y demás resortes del bien y felici- . dad común. Y conviniéndome el llevar constancia de esto, supli– co a Vuestra Merced que a continuación se sirva informar y cer– tificar con la verdad que le es característica cuanto sepa y le cons– te de público y notorio. Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. Cusco, enero catorce de mil ochocientos catorce. Martín Valer. I NFORME. - Señor Coronel de Milicias Nacionales del Par– tido de Abancay Don Luis Astete. Aunque los males que me re– tiraron del ejército, me han alejado del Cusco y situado en esta Hacienda, donde a beneficio del temperamento tiro a repararlos y por esto no tengo ideas por menor de los acontecimientos que Vuestra Merced me cita, diré con todo, que su conducta anterior ha sido siempre arreglada, y siempre juiciosa. Que en el ejercicio de Alcalde Constitucional de Primera Nominación he oído sus competencias con el Gobierno, competencias que he mirado como propias de una nueva Legislación, acabada de plantificar y exten– siva de los antiguos límites de la jurisdicción ordinaria, siendo calidad de todo nuevo establecimiento tener sus dificultades al principio y comprometer a los que en él mandan a varias contradic– ciones entre tanto más se organiza el Gobierio y se fijan más a fondo los límites de las diversas autoridades. Es cuanto puedo decir a Vuestra Merced o certificar sobre el contenido de su ofi– cio anterior que contesto. Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. Huambutio, enero de mil ochocientos catorce. Domingo Luis Astete. COMPROBACION. - Señor Coronel de Milicias Nacionales del
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