Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
258 MANUEL JESUS APARICIO VEGA la observancia del nuevo Código, antes sí promoviendo y ex1g1en· du su cumplimiento por todos los medios que conceptuó oportu· nos, sin ceder a la arbitrariedad y desorden, decidiéndose contra toda opinión, o vicio que atentase en alguna manera cualquiera de sus artículos, habiéndose hecho acreedor a Ja aceptación y aprecio del público por su suma moderación y suavidad caracte· rística. El Doctor Don Agustín Ampuero, Agente Fiscal de esta Audiencia ha acreditado hasta la evidencia su buena conducta y opinión con sus propios hechos, expidiéndose en su ministerio con honor, puntualidad y desinterés prescindiendo de los distin· guidos y nada comunes conocimientos en la facultad de que pro· fesa. Su subordinación en todos los tiempos ha sido ejemplar, igual a su moderación y genio, prescindente de todo acto disonan· te a su buen carácter. Entregado a la observancia de las leyes, parece que no ha cuidado de otra cosa, distinguiéndose en los innumerables asuntos de puro oficio que cargan sobre sí, sin otro premio que el de Ja desnuda gratitud de los infelices reos, o acto· res por quienes se apersona con inclusión de las causas de los na· turales que expide como Protector de ellos igual a los demás en sus respectivos destinos. Ultimamente, los cuatro a quienes com· prende esta certificación han calificado en forma sus operaciones ligadas a la religiosidad, moralidad, fidelidad y constancia, y aI desempeño de sus respectivas obligaciones con documentos que ' obran en este Ayuntamiento y los archivos públicos de esta Capi· tal, y omitiendo deslindar con más extensión las virtudes y cali– dades que decoran a los solicitantes y asegura y certifica este Ayuntamiento en obsequio de la verdad y teniendo siempre a la vista la responsabilidad del juramento que prestaron sus individuos a tiempo de posesionarse del empleo que poco es lo que tiene di· cho, y expuesto sin poder comprender Ja causa o motivo que les conduce ante la autoridad del Excelentísimo Señor Virrey. Sala Consistorial del Cusco. Enero, catorce de mil ochocientos cator· ce.- Doctor Juan Corbacho.- Domingo de Rozas y de las In· fantas. - Marcos Martínez. - Juan Huallpa Inga. - Narciso Ló· pez de Neyra. - Doctor Francisco Borja de Villacorta. - Doctor Simón de Bobadilla. - Mariano Arrambide. - Luis Salas y Val– dez. - Juan Carbajal. - Doctor Mariano Palacios. - Pedro Mi– guel de Urbina, Secretario. OFICIO. - Ilustrísimo señor.- Por órdenes de este Gobierno y del Excelentísimo señor Virrey del Reino, vamos a trasladarnos a la Capital de Lima a disposición del Gobierno superior, yo co-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx