Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUCION DEL cusca DE 1814 275 Escribano Agustín Becerra con el Regente y Ministro de aquella Audiencia se asociaron y convinieron en no cumplirla y para que mirada con indiferencia no fuese pedida por alguno, con astuto engaño esparcieron una voz por medio de sus aduladores de que esa soberana ley era perjudicial al pueblo y que ella sería aun efí– mera en su duración cual su mismo autor. Yo adicto y fiel a la constitución redentora de la Nación, pedí su publicación y cum– plimiento por escrito firmado con afición por otros muchos ciu– dadanos para desvanecer alguna pequeña preocupación produci– da por aquel ratifico de los anticonstitucionales, publiqué una pro– clama entonces no inútil y es la que incluyo bajo el número 10. Esta laudable conducta encarnizó a los que ya se hallaban en des– cubierto como enemigos de la Constitución y maquinaron mi sa– crificio, formando un proceso criminal por el delito de haber elo– giado y pedido esa ley, haciendo retractar sus firmas a los más de los suscriptores por medio del terror y persuaciones secretas. Al punto se verificó la previsión de estos contrastes que no se ocultó en la sabia conclusión del discurso preliminar al proyecto de Constitución. Como en estos remotos países es demasiado fuer– te el despotismo y escogida la carrera de los ascensos en la per– secución de la justicia y sacrificio del inocente llegó el proceso al extremo de mi prisión en un calabozo desde donde el inimitable Cusco, supo salvarme pidiendo mi libertad y la de otro compañe– ro en obsequio de la Constitución sin que el efecto de su adhesión a ella ofendiese a Ja autoridad y funcionarios anticonstitucionales ni a la pública tranquilidad, haciéndome poco después la Junta· electoral Primer Síndico del nuevo Ayuntamiento. Nada puede dar a V.A.S. mejor y más probada idea de lo ex– puesto que la causa misma. Esta no obstante haberla ocultado del todo con sus directores el citado Brigadier Pumacahua a pesar de mis clamores judiciales, la tengo repuesta y documentada de modo legal ·que hace constar también el carácter benemérito del Cusco con mis sacrificios y conducta posterior bien opinada en el público. Acompaño la causa en testimonio con toda solemni– dad bajo el W 2. Estos son Serenísimo Señor Jos primeros sucesos sin cuyos cla– mores no reiteraría lo referido y proyectando aun sus premios o ascensos, no han cesado en hostilizarme y armar lazos a cuantos han cometido el delito de haber existido. Así asociados los citados Ministros con el Brigadier don Martín Concha Jefe Accidental puesto en el Cusco, en lugar de don Mateo Pumacahua, han conti-
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