Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

~- ... ~; ' . 1 . •.•. ••• 276 MANUEL JESUS APARICIO VEGA nuado en los capciosos ilegales y clandestinos arbitrios capaces de sofocar al más prevenido e inocente. Después de impedir y negar de todos modos las atribuciones constitucionales del Ayuntamiento, después de despreciar a éste y a todo el público colocando (a pesar de justas contradicciones promovidas por mi oficio) por subdelegado del Cercado a un hom– bre sin aptüud mérito ni vecindad cual es don Ramón Castelo, co– chero de profesión según los que lo conocen hombre inmoral, ama– nuense huésped de dos años en el Cusco; después de otros ultrajes han graduado por criminales estos reparos y por renovadoras cuantas solicitudes he procurado como Síndico suyo hasta negar– me la personería en su Tribunal la Audiencia y los testimonios que se han pedido de tal conducta. Tan intolerable se ha hecho para aquella Audiencia la vida de aquel. Ayuntamiento Constitu– cional que con escándalo general se ha negado a toda asistencia de ley y función de tabla por no concurrir con esa municipalidad. Puntualizaría muchos más datos y documentación si el respeto de V.A.S. me urgiere a la precisión. En este estado por el mes de octubre del año próximo pasa– do de 1813, un hombre de ridícula y criminal opinión denunció a cuatro infelices de que intentaban mudar Ja forma de gobierno y tomar el Cusco para entregarlo a los disidentes si prevaleciesen. Es muy notable que entre los denunciados estaba incluso el cita– do Jefe don Martín Concha como primer individuo que contaban para su proyecto los supuestos reos. Sin embargo, el mismo don Martín Concha se apodera de la causa, se hace Juez comete estré– pitos y nulidades con su Asesor y compadre don Pedro López de Segovia. Alborota el pueblo con una suma desconfianza de todo él forma patrullas comandadas por los Ministerios de la Audiencia contra Constitución y Reglamento siendo comandante de todos los insurgentes don Agustín Antezana que, poco antes con las gen– tes de Cochabamba derrotó en el campo de Aroma la división del Coronel Don Fermín Piérola con harto dolor y perjuicio de nues– tras tropas. Tantos antecedentes de conocida infracción de la causa de los reos no es capaz de tomar el incremento capcioso que desean los prevaricadores y las solicitudes justas que yo y el Segundo Síndi– co hacíamos en la parte que tocaba a nuestro cargo, hacía desear a los juzgadores y directores otra ocurrencia de aparato en que éstos se pusiesen a cubierto. Se les proporciona un denunciante de igual decisión o según rumores lo figuran o ensayan a que delate que doscientos o más hombres quieren asaltar el cuartel

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