Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 283 tamiento descritas en las ocurrencias que tuvo con los informan– tes manifestadas en el papel de número primero, por haber orga– nizado yo de orden de la muy ilustre Corporación el informe del número segundo, en que se manifestaron los atentados, m·aquinacio– nes y prevaricaciones de vuestro Regente Don Manuel Pardo, de vuestro Fiscal Don Bartolomé Bedoya y de otros por haber de la misma orden formalizado el Informe del número 3~ en que se des– cubren las violencias de vuestro Brigadier Don Martín Concha y las infracciones y desprecio que perpetró de la Carta de los Derechos de los Españoles y de otras soberanas determinaciones· de V. M. los mismos que ha dirigido el Ayuntamiento a la Serení– sima Regencia de las Españas, y a vuestro Virrey del Perú en 25 de febrerc- y 26 de noviembre del año pasado; por no haber coho– nestado la falsedad con que se han esforzado persuadir tumultos en la ciudad; por no haber elogiado las incautas y arbitrarias pro– videncias de vuestro Gobernador Concha en la noche del 5 de noviembre demarcadas en el impreso número 3~ y menos sus ominosos resultados, por haber tenido en mí un acusador inexo– rable de sus infracciones de Constitución y sus procedimientos ile– gales que se notan en los párrafos 12 y 13 del último informe, pues en todas esas ocurrencias intervine sólo yo como asegura el pá– rrafo del papel número 1~ y acreditan los expedientes respectivos, porque así él como vuestros magistrados referidos, hari concep– tuado que yo era el único Agente que promovía y dirigía las re– soluciones del Ayuntamiento, y porque como afirma el actual en su Informe inserto entre los del número cuarto he promovido y exigido el cumplimiento del nuevo Código sin ceder a la arbitra– riedad y desorden decidiéndome contra toda opinión o vicio que atentase en alguna manera cualquiera de sus artículos. Si de estos innegables antecedentes consta sin ambigüedad el espíritu de aversión que manifiestan contra mí viaestros magis– trados y vuestro Brigadier citados, ya no hay por qué dudar de él, si se ven las persecuciones indicadas en el Informe número 2~. que los primeros me infirieron solamente por haber suscrito los escritos que expresa, instando la publicación retardada del sagrado Código de la felicidad española, y exponiendo la dilapida– ción de dos mil y más pesos del fondo común sin haber retrac– tado mis firmas como consiguieron verificasen algunos débiles, o viles. No hay por qué dudar ya señor, de su odio; estando vi– gente el '\uto en que dichos magistrados me denegaron la perso– nería de Síndico Procurador reconociéndome por tal, al mismo tiempo, según expresa el Acta del Número l~, si se tiene i;>resente

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