Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 325 tad a todas las naciones de aquel continente que gemían en la esclavitud; que Fernando VII ocupa el trono de los Recaredos y Fernandos que de justicia le corresponde; y que por Ja próxi– ma paz general que se espera, debiendo retirarse las tropas espa– ñolas que ocupan una gran parte de la Francia, le sobrarán 200 mil soldados invencibles, y dispuestos a navegar contra las provin– cias que no se den prisa a deponer las armas que torpe y despiada– damente han tomado contra una madre amorosa, a quien deben su ser racional y religioso, en el momento que se hallaba más nece– sitada de su auxilio; en el día, digo, en que fundadamente conta– ba yo, y contaban todos los fieles españoles de este virreinato con la firmeza de la paz y tranquilidad que en premio de su buena indole les concedió la providencia en la terrible convulsión que ha padecido el mundo entero; no es capaz de explicarse la sorpre– sa que nos han ocasionado las noticias que acaban de llegar de la insurrección en que se ha puesto la capital de esa provincia el 3 del corriente, poniendo en prisiones a las legítimas autoridades, y a los españoles europeos, como si fuese un delito en los unos el administraros justicia para conservaros en paz, y en Jos otros el daros ejemplo con su arreglada conducta, ayudándoos a llevar las pensiones del estado. No cusqueños: No puedo creer que vosotros hayais tenido más parte en un atentado semejante, que el haber dado oído a las falacias de algunos malvados que pretenden pros– perar a costa de vuestro sacrificio y el de vuestras familias. Aun– que persuadido firmemente de esta verdad, mi honor y el juramento que tengo hecho de conservar la integridad de este virreinato al rey y a la patria, me pone en la triste situación de trataros co– mo enemigos, mientras no depongais las armas, y volvais a vues– tro justo deber. Las tropas que van a salir de esta capital, y las que se aprestan en las provincias vecinas a vosotros, llevan la or– den de trataros con toda consideración y fraternal humanidad, si así lo hiciéreis; y con todo el rigor de la guerra, si os obstinais en seguir el detestable partido que habeis tomado. Lima, agosto 20 de 1814. El Marqués de la Concordia. En: Revista del Archlvo del Cusco N• 6. Cusco. 1955. pp. 284-286. *

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