Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
330 MANUEL JESUS APARICIO VEGA ya a operar con denuedo hollando imperiosamente las leyes bár– baras de la España, fundaos sólo en la necesidad, en la razón y en la justicia, y sean éstas el timón por donde goberneis un pueblo que no reconoce autoridad alguna extranjera . Ilustre Ayuntamien– to: Oíd los ecos públicos para dirigir vuestras solicitudes con arreglo al bien público sin desviaros en pretensiones extrañas, y en sostener con avilantez el plan infame del gobierno español; en vuestro cuerpo teneis miembros podridos que se deben cortar, si no reforman sus· costumbres. Insensatos: No os perdemos de vista. Temed nuestro enojo si no os enmendais. Cusqueños: Leales, verdaderos hijos de la patria, no desam– pareis a vuestra madre que os pide ayuda para su sostén; hoy más que nunca debeis velar y prodigar vuestros votos en su su– fragio. No entreis en partidos: Huid de toda división en que pue– dan meteros los díscolos y maldicientes que procuran introducir en la paz de nuestros corazones la anarquía, con el objeto de se– pultarnos en nuestra ruina. - El Paisano. En: Revista del Archivo Histórico del Cusco. N? 6. Cusco 1955. pp. 278-279. * 58 OFICIO DE JOSF <\NGULO AL VIRREY Excelentísimo señor: Deseoso de que el honor de fidelísima con que siempre se ha distinguido esta ciudad, no se mancille en manera alguna, publi– qué un manifiesto en 16 del presente, del cual paso a V. E. una copia expresando que la notoria bondad y política de V. E. se sir– va hacerme en su razón las prevenciones que estime convenientes. Dios guarde a V. E. muchos años. Comandancia General del Cusco, agosto 27 de 1814. Excelentísimo señor.- José Angulo. En: Revista del Archivo Histórico del Cusco. N? 6. Cusco. 1955. p. 279. *
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx