Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 369 jones de cartuchos para id. - cincuenta y cuatro cartucheras - veinte Y seis bayonetas - dos fuelles de herrería - un tornillo armado - va– rias mulas aparejadas - algunos caballos, almofreces, y equipajes de que se han aprovechado los soldados - ciento ochenta prisio– neros - la bandera que habían conducido del Cusco, la cual recono– cida que fue por el primer regimiento mandé restituirla. Han te– nido muchos muertos y heridos que no se contaron por la dificul– tad del terreno y Ja necesidad de retirar la tropa. Nuestra pérdida consiste en tres soldados muertos, a saber: Uno de la segunda del primer regimiento, y dos del batallón del general. Heridos el Sargento Mayor don Francisco Anglada; el Subte– niente don Manuel García; los Cabos Segundos Francisco Estela y Antonio Tamayo, y los soldados José Rivas y Pablo Corrales, to– dos del batallón; tres soldados del primer regimiento, y uno del real cuerpo de artillería. No alcanzan voces para expresar a V. S. el ardor y energía con que se ha batido la tropa. Si el primer regimiento ha corro– borado con positivas señales su antiguo valor y concepto; el ba– tallón del general ha demostrado la más noble emulación por igualarles en todo. Es de mi obligación recomendar a V. S. a, los dignos jefes y oficiales de estos cuerpos. El Coronel del Primer Regimiento Don Ramón Gonzales de Bernedo, y el Teniente Coronel Don Ju– lián de la Llave, se han portado con el valor y entusiasmo que acos– tumbran. El de igual clase Don Mariano Novoa, Sargento Mayor de dicho Regimiento, se adelantó con intrépida bizarría a tomar la mayor parte del parque del enemigo, haciendo igualmente pri– sionero a uno de s us habilitados. Los capitanes de granaderos Don Manuel Venera y Don Mariano Moscoso llenaron su deber a mi satisfacción. El Capitán Marcos Lesama, y el Subteniente Don Do– mingo Enríquez, Sargento Primero de la Cuarta Compañía, acre– ditaron su valor y cumplimiento. En el batallón del General, su Comandante el Coronel de Milicias Don Juan de Dios Saravia; su Sargento Mayor Don Francisco Anglada; este digno oficial merece justamente mis elogios, pues no obstante haber sido herido en la línea, acometió al enemigo con singular valentía hasta tomarle la bandera. El ayudante don Pedro Francisco Herrera, el Teniente Don Mariano Carreño; y el Sargento de Brigada Gaspar Adrián. Los Comandantes de Guerrillas;· el Teniente Coronel Don Ramón Acuenza y el Capitán Don José Ignacio Irturralde, Segundo del Primero Don Ramón Herrera. El Teniente graduado de Capitán

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