Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 389 sus conversaciones el general des·eo de sacudir el yugo y tocar el feliz momento de proclamar al mejor de los monarcas el señor don Fernando VII. Así sucedió y entre lágrimas de regocijo, música que improvisamente alegraron las plazas y calles, y mil vivas, le– vantaron el sonoro y respetable grito de Viva el Rey, aclamaron a sus legítimas autoridades, y sacaron de las cárceles y cuarteles a los oprimidos y detenidos por el expresado gobierno intruso. El ayuntamiento transportado de júbilo, procedió inmediatamente a dictar las providencias más oportunas de seguridad y quietud; mandó que la fuerza armada que existía en Ja ciudad se formase en la plaza, de donde se mandaron las partidas de resguardo al almacén de pólvora, a los cuarteles, y la restante se empleó en patrullas por las calles; operaciones a las que contribuyó gustoso e infatigable el digno señor Coronel de Tinta don Francisco Gon– :.:ales; entre tanto el pueblo con la mayor quietud y orden, sólo trataba de acreditar por todos sus movimientos y acciones, su antigua y muy experimentada fidelidad y amor a su Rey y señor don Fernando VII, cuyo busto se expuso en el lugar acostumbra– do; a su lado tremolaron los reales estandartes, y reinó la quie– tud y general contento; no cesando el ayuntamiento de activar cuantas providencias son conducentes al restablecimiento de un orden perturbado por veinte y cinco días, y que el gozo tiene co– mo fuera de sí a los hombres, las mujeres, los viejos, los niños y cuantos vivientes pisan Arequipa, respirando ya bajo la protec– ción de nuestras leyes reales. Conforme a éstas se han reconocido provisionalmente por gobernador político al señor Alcalde de Segunda Nominación don Buenaventura Berenguel, y en lo militar al señor Coronel Don Francisco de la Fuente de mayor graduación, entretanto" dispone el Excelentísimo señor Virrey del reino otra cosa. Incontinenti resolvieron dirigir un expreso al señor General en Jefe del Ejér– cito pacificador del Rey don Juan Ramírez, que se halla próximo a entrar a esta ciudad con el sacrosanto objeto de asegurar a es– tos leales moradores en sus sentimientos de fidelidad, y habiéndose encargado de esta expedición el señor don Mariano Benavides, caminó inmediatamente, acompañado de los señores presbíteros don Juan de Dios Tamayo y Capitán de Tinta don Narciso Chávez, con el oficio que en copia consta en el libro de borradores, ha– ciéndole una ligera relación del verdadero estado de esta ciudad que espera con ansia su feliz arribo; y otro al Excelentísimo .señor Virrey del reino que conduce el señor Capitán Don Lorenzo Mur– guía, con el mismo objeto y consta del expresado libro. A ma-

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