Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
420 MANUEL JESUS APARICIO VEGA cular de 20 de julio del año pasado, fecha en Madrid dirigida a los habitantes de las Indias. También Ja Circular de V. E . fan amorosa, tan tierna, tan fra– ternal, tan convincente, tan patética, tan honrosa a nosotros sa– nará de sus delirios a los insurgentes de Buenos Aires, Cusco, Hua– manga, Huancavelica, Chile, Santa Fe y Cartagena; de esos delirios que los han dementado y que siendo tan contrarios a sus propios intereses, no son menos afligentes a Ja parte sana de. los fieles. La amnistía de S.M. publicada en ella por V. E. es la amnistía de un Rey Padre; no puede ser más misericordiosa y con su lec– tura espero yo que ellos volverán en sí. Estoy cansado de repetir lo mismo que dice V .E. de que la independencia es imposible; pero esos miserables faltos de talen– to, de juicio, de cálculos y de todo, no conocieron esta verdad; no conocieron que se precipitaban a su ruina; no conocieron que al fin, al fin mal de su grado habían de rendir la cerviz. Pido a Dios los ilumine y, por todo lo demás felicito a V. E. con los sentimientos más sinceros; me ofrezco a sus órdenes con Ja más pura cordialidad, y rendimiento; pongo a sus pies Ja pensión que gozo de mil quinientos pesos por Ja piedad del señor Don Carlos Tercero sobre las rentas del Obispado de Are· quipa, con que me agració cuando estuve en esa Corte, y le pre– sento los adjuntos ejemplares de esos toscos borrones. En ambos verá V. E. que yo también cumpliendo con los de– beres de un verdadero español americano, he combatido aquí esa necia e injusta rivalidad de españoles amencanos contra espa· ñoles europeos de que igualmente se encarga V. E . en su citada circular. También verá V.E. lo que me ha mortificado la chusma del bajo pueblo, sin más motivo que haberla exhortado a su propio bien, a la concordia, a la unión fraterna con nuestros hermanos los espafioles europeos. Pero ella tan ciega e incapaz que no ad– virtiendo ser la sangre que circula por sus venas, la sangre de los espafiolcs, tampoco conoce la perpetua contradicción en que· está consigo misma. Trátese de la nobleza de sus personas; al instante dicen a boca llena: mi Padre fue de Vizcaya, de Navarra, de Asturias, etc. Dios guarde a V. E. muchos años. Lima, enero 23 de 1815. Excelentísimo Señor Angel de Luque (Rúbrica) Excelentísimo señor Don Miguel de Lardizabal y Uribe. A.G. I. Lima. 1017 .
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