Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

424 MANUEL JESUS APARICIO VEOA tregan su mente, y su corazón a pensar en vanidades y locuras, o delirios falsos como dice vuestro Real Profeta (l); y adoptan unas doctrinas, que ellos · mismos no entienden, pues habéis en– tregado el mundo, no a sus conocimientos, o inteligencia (2), sino a sus disptJ.tas, y no han atendido a vuestro oráculo pronunciado por la boca de vuestro Apóstol Pablo (3); a saber, que no es buen saber más de ~o que conviene saber; y que nos debemos conten– tar con saber lo que es bastante para llegar al fin, para que Vos Hacedor de todo, y árbitro de todo nos habéis destinado, cual o?s el que os amemos, y sirvamos en este mundo, y después os go– cemos en el otro . Ciegos son unos y otros, como lo decís Vos y guías de ciegos. Yo prefiriendo la humilde; pero verdaderamente sabia senci– llez de vuestro Evangelio a su necia y arrogante sabiduría, no só– lo no aspiro a sus vanos elogios, sino que los desprecio absoluta– mente me río de sus burlas, y sólo anhelo las alabanzas de vues– tros Santos Angeles, que espero conseguir de vuestra misericor– dia, si a honraros y a glorificaros, procurando a estos hijos que ml· habéis dado y si puede ser, que todo puede ser queriendo vos, a todos los hombres el bien más estimable que pueden poseer so- . bre la tierra, y que les ha de conducir a los del cielo, cual es la verdadera paz, que sólo consiste en la ciega observancia de vues– tra santa Ley. A vos os pido, Dios mío, que me habéis inspi– rado la formación de este Edicto, y en cuyas manos está todo el Poder, que lo toméis bajo vuestra protección, lo hagáis fructifi– car, pues nada hago Yo con plantar, ni mis cooperadores con re– gar, si vos no dáis el incremento, el que espero de vuestra Cle– mencia. Amén. Nos Don Luis Gonzaga de la Encina por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de Arequipa del Consejo de Su Majestad, etc. A todos nuestros amados hermanos, e hijos de esta nuestra Diócesis así Eclesiásticos Seculares como Regulares, y a todos los Fieles de uno y otro sexo de cualquier Estado, y condición que sean, salud y paz en Jesucristo Nuestro Señor. (1) In vanitates, et insanias falsas. Psalm. 3 v. S. (2) Tradidit Deus Mundum disputationi hominum. Eclesiast. C. 3 V. ll. (3) Non plus sapere quam oppontet sapere; sed saper.e ad sobrietatem. D. Pau ad Rom. C. 12 . v.3.

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