Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

438 MANUEL JESUS APARICIO VEGA que le enviará malos Reyes y malos jueces para castigar sus peca– dos. Sí amados hijos, cuando un Rey nos aflige injustamente, no hay más que sufrirlo en descuento de las injusticias que nosotros cometemos contra nuestro Dios y rogar a este Señor que es su único superior que nos libre de sus injustas vejaciones, ya refor– mando su espíritu, ya por Jos innumerables medios que tiene para libertarnos, pero nunca faltando al respeto al lugar teniente del mismo Dios con lo que merecemos mayores castigos provocando y atrayendo sobre nosotros su inmensurable indignación por un pecado mortal tan enorme y tan horrendo sobre el cual han fulmi– nado los más terribles anatemas los Santos Concilios Nacionales de Toledo, señaladamente el sexto compuesto de cuarenta y siete obispos, y de cinco presbíteros comisionados de otros tantos obis– pos y entre cuyos padres se encuentra un Eugenio Tercero Obispo de Toledo, a quien colma de elogios el gran San Isidoro y otros Padres llenos de erudición y de santidad, y también el septimo compuesto de veinte y ocho obispos insignes en letras y virtudes y de once diputados de los ausentes, los cuales en sus sagrados cánones se explican con estas palabras: "Protestamos delante de Dios y de todo el orden de los ángeles, delante de los profetas y apóstoles y de todo el Coro de los Mártires, y delante de toda Ja Iglesia Católica y todos los cristianos, que nadie procure Ja muerte del Rey; nadie conspire contra su vida, que nadie le prive del gobierno del Reino, que nadie le usurpe un ápice de su Reino. que nadie con cualqujera maquinación o pretexto sea, asocie a las tropas de los conjurados en su contra . Pero s i alguno de los nuestros audazmente presumiere hacer algo de esto, téngase por l1erido del Divino Anatema, y sin esperanzas de remedio alguno. condenado por eterno juicio. El que fuese hallado quebrantador del juramento de fidelidad hacia su rey, está excomulgado en la presencia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en la de Jos An– geles, y separado de la Iglesia Católica, que profanó en su perju– rio y extrañado de toda la República cristiana con todos los com– pañeros de su impiedad, porque conviene que Ja misma paguen Jos complicados en un mismo delito lo que repetimos segunda vez, diciendo cualquiera pues de nosotros o de todos los pueblos de España que quebrante el juramento de fidelidad ... sea exco– mulgado delante de Cristo y sus Apóstoles y extrañado de la Igle– sia Católica, que profanó con su perjurio y ajeno de todo consor– cio de los cristianos, y téngase por condenado con todos sus cóm– plices en el futuro juicio. . . Esto m ismo declaramos por tercera

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