Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 31 orden procedimos con el muy ilustre señor Presidente, a formar la reunión y cómputo de votos, y resultó conseguir el señor te– niente asesor de este Gobierno doctor don Pedro López de Sego– via ciento ochenta y ocho votos; el señor Tesorero de la Caja don Baltazar Villalonga, caballero de Justicia de la sagrada orden de San Juan ciento ochenta y siete; el señor Teniente Coronel don Martín Valer ciento setenta; el señor capitán don Juan José de Olañeta ciento sesenta y seis; el señor doctor Manuel Borja, cien– to treinta y cuatro; el señor Chantre doctor don Patricio Menéndez setenta votos, y así otros en menos número respectivo, quedando privativamente a presencia de la Junta quemadas las cédulas que entregaron los votantes; y como los cinco primeros resumieron la mayor pluralidad de votos, en los otros referidos quedaron nom– brados por los electores del Ayuntamiento en el lugar y grado que se advierte. Estas elecciones innominales fueron publicadas por el muy ilustre señor Presidente en alta voz, y de orden suya se volvieron a publicar por el Secretario de la Junta Parroquial en los otros siguientes: Electores de la Junta Parroquial de la Matriz de Españoles de esta ciudad del Cusco, Congregados el siete de febrero de mil ocho– cientos trece ante el muy ilustre señor Presidente Gobernador In– tndente de la Provincia. Primer elector el señor teniente asesor doctor don Pedro Ló– pez de Segovia por ciento ochenta y ocho votos. Segundo elector el señor Tesorero don Baltazar Villalonga por ciento ochenta y siete votos . Tercer elector el señor Teniente Coronel don Martín Valer por ciento setenta votos. Cuarto elector el señor Captán don Juan José de Olañeta, por ciento sesenta y seis votos. Quinto elector el señor doctor don Manuel Borja, por ciento treinta y cuatro votos. Concluida esta publicación se oyeron las voces generales, y unánimes del júbilo, y alegría, felicitando al Supremo Congreso Nacional, a la muy sabia y benéfica Constitución de la Monarquía Española, al muy ilustre señor Presidente, a los electores, al muy noble fidelísimo vecindario, con todo lo que se disolvió la Junta Parroquial a las nueve de la noche del día citado; y para constan– cia de todo firmó el muy ilustre señor Presidente y Escrutadores

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