Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUC!ON DEL CUSCO DE 1814 457 señal de Cruz, so cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supie– se, y le fuere preguntado; y también guardar secreto. Y siéndolo sobre si sabe o ha oído decir que el Doctor don Jo– sé Mariano Recavarren, Clérigo Presbítero, ha tenido <;:onversacio- . nes o disputas sediciosas que conspiran contra los derechos del So– berano, manifestando en ellas ser contrario a la causa justa que de– fendemos y adicto a la de los insurgentes. Dijo: que ha sabido que es muy adicto a la causa de los insur– gentes y con mucho descaro, y que se deja ver esto de haber oído la declarante que el Dr. Recavarren sabiendo que había una lista de los tuitivos, y otra de los realistas, dijo que no había querido ver el papel o lista, por no acabar con todos los realistas; que sabe por boca del mismo Recavarren, que al segundo día de la llegada de Po– macagua comió dicho Recavarren en su casa con él; que sabe tam– bién por boca de Doña Josefa Villena, dueña de la casa donde vive Recavarren, que éste comió otra vez con Pomacagua; que no sabe más porque el hermano de Recavarren llamado Don Dionicio que anda con Muñecas le preguntó una vez de qué partido era y contes– tó la declarante que era del partido de Dios, y desde entonces se guardan de ella, y la ultrajan de palabra en casa de Recavarren, quien le ofreció de bofetadas, y también se las mandó ofrecer con un Melchor el arpista, porque manifestó sentimiento la declarante de que se llevasen los insurgentes prisioneros al señor Brigadier Don Mateo Cosío y Coronel Don José Menaut, y que no la pueden ver en esta casa porque es realista, y no sufre cosas a favor de los insurgentes, por lo que también está muy .mal vista en el barrio en que vive, y no halla donde mudarse. Que cuanto lleva dicho y declarado es verdad en cargo del jura– mento que fecho tiene en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración a la que dijo añadía: que el día que unos cuan– tos soldados no quisieron ir al Ejército, y se volvieron de la Pampa, <lijo Recavarren en medio de las calle que no quisiera ser sacerdote para ir, y acabar con todos los chapetones, especialmente con el se– ñor Intendente Moscoso, a quien trató Recavarren de Pícaro, y no firma, porque dijo no saber. Lo hizo S.S. I . por ante mí de que certifico. El Obispo (Rúbrica) Suárez (Rúbrica) Secretario En la ciudad de Arequipa, a primero día del mes de Febrero de mil ochocientos quince años. El Ilustrísimo Señor Don Lµis
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