Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 489 si cuando entró a esta ciudad hizo prisionero al señor Goberna– dor don José Gabriel Moscoso si se jactó de ello. Dijo: Que nunca había sido adicto a la causa de la Patria, que lo acreditan sus fu– gas y deserciones que no ha conversado nunca a favor de ella, que no tiene comunicaciones, ni conocimientos con los insurgentes, ni ha traído cartas ningunas: que él no ha prendido al señor Goberna– dor Moscoso sino un Oficial Barreto a quién se le oyó decir pues aun iba a exigir premio del insurgente Angulo; ni que tampoco pudo prenderlo, porque él vino enfermo de una llaga en la pierna que hasta ahora la tiene; de modo que el día de la acción no hizo nin– gún tiro, porque se quedo atrás, y porque no podía correr aun• que quisiere. Y responde. En estos términos mandó su merced suspender esa declara– ción para continuarla siempre y cuando convenga según derecho: y habiéndosele leído esta su declaración dijo: Que es Ja verdad ba– jo del juramento que hecho tiene que en ella se afirmó y ratificó: No firmó porque dijo no saber escribir y sólo su merced juntament~ con el Gobernador, doy fo.- Mariano Luna (Rúbrica).- Ramón Mojante (Rúbrica).- Ante mí.- Francisco Javier de Linares (Rú– brica). En la ciudad de Arequipa a dieciseis días del mes de marzo de mil ochocientos quince. Mandó su Merced comparecer ante sí a Ma– riano Romero, vecino de esta ciudad; de quién se le recibió jura– mentó que lo hizo por Dios Nuestro Señor y por una señal de la Cruz conforme a derecho so cargo del cual ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado; y siéndolo por el conocimien– to de Manuel Santayana, Esclavo de doña Nicolasa Salamanca, por $U conducta en lo que le oyó decir. Dijo: Que conoce a dicho Ma– nuel Santayana de vista: Que no sabe más de su conducta sino que vino de soldado de Pumacahua y que después lo vio de soldado en el ejército del señor Ramírez: Que lo único que Je oyó decir fue de que él había hecho prisionero al señor Gobernador Intendente Mos– coso; aunque repreguntado después en otra ocasión se negó de es– to, y aseguró que había estado de soldado en el Desaguadero. Que esta es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene en el que se afirmó y ratificó habiéndosele leído esta declaración. Que no le tocan las generales de ley: Que es de edad de veintiocho años: No firmó porque dijo no saber escribir y sólo su merced; doy fe.- Luna (Rúbrica).- Ante mí Francisco Javier de Linares (Rúbrica). Luego su merced mandó comparecer ante sí al Sargento de Ar– tillería José Sánchez de quien se le recibió juramento que lo hizo
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