Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUC!ON DEL CUSCO DE 1814 501 plimiento i:le lo mandado. Arequipa y abril quince de mil ochocien- tos quince.- José Nazario de Rivera (Rúbrica). · "El Teniente Asesor" en consecuencia de lo decretado "dice que el informe que debe hacer en el particular es ratificar por su parte" como ratifica en toda la anterior certificación.- Fecha ut– supra.- Mariano Luna (Rúbrica). Arequipa abril diecisiete de mil ochocientos quince.- Comé– tese la declaración que contiene la primera pregunta del interro– g<:torio al presente Escribano.- Ante mí Francisco Javier de Lina– res (Rúbrica). En la ciudad de Arequipa a diecisiete días del mes de abril de mil ochocientos quince Manuel Santayana para la prueba que está produciendo presentó por testigo a Mariano Romero; de que su señoría, le recibió juramento, que lo hizo por Dios Nuestro Se– ñor, y por una señal de Cruz, según forma de derecho; so cargo del cual ofreció decir verdad en lo que supiere, y le fuese pregun– tado; y siéndolo por el tenor ae la tercera pregunta, del interroga– torio que antecede. Dijo: Que vio el que declara a Santayana desde que entraron los insurgentes con sus tropas dos veces; pues él de– clara no quiso ver esas tropas; ni menos mezclarse con ellas, y vi– vía escondido; porque lo hicieron dos veces preso: Por estos mo– tivos, no volvió a ver a Santayana: Que después que se fueron los insurgentes, lo vio el que declara a Santayana en la Guardia de ho– nor del señor General Ramírez. Que todo lo que lleva dicho y decla– rado es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene en el que se afirmó y ratificó habiéndosele leído esta su declaración. Que no Je toca las generales de ley: Que es de edad de veinticiocho años: Y no firmó porque dijo no saber escribir; y a su mego lo hizo Simón Tadeo Sánchez con su Señoría; doy fe.- Por el declarante: Simón Javier de Linares. Luego. Yo el Escribano pas6 a la casa de doña María Nicolasa Salamanca; en uso de la comisión que me es conferida, le re– cibí juramento, que lo hizo por Dios Nuestro Señor y por una señal de Cruz, según derecho, so cargo del cual ofreció decir verdad en lo que supiere; y le fuese preguntado; y siéndole por el tenor de la primera pregunta del citado interrogatorio. Dijo: Que hasta el día que entraron los insurgentes a esta Capital, estaba hui– do de su compañía su esclavo Manuel Santayana cinco meses poco más o menos: Que no supo el rnmbo que había tomado que es
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx