Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

556 MANUEL JESUS APARICIO VECA Justicia de nuestra Patria perdonémonos todos en Jesucristo a dar cuantas insocialidades y personalidades el Gobierno anterior dila– pidador de nuestros naturales derechos, y seductivo ha cimentado entre unos y otros por sus siniestros fines de la conservación de estos sus dominios vivimos en la igualdad en la fé y lenidad de nuestros dignos y admirables jefes y descendientes de la ilustre familia de los Angulos y Mollinedos, y no reconozcamos ya más privilegios que Jos propios de la justicia de nuestros méritos, en favorecer mutuamente y servir como nuestra sangre a nuestra pro– pia y general Patria Peruana, que nos ha vivificado y mantiene con el eterno vital de estas sus ricas y abundantes producciones; si pues que escrito está por los más sabios y estimados del mundo. Dulce, et decorum est pre patria morí. Francisco Carrascón. Yo el Infrascrito escribano de su Majestad en todos sus dominios de In– dias, Público del Crimen y Notario de Ja Junta Unida de Diezmos de este Obispado del Cusco. Certifico, doy fe y verdadero testimo– nio en cuanto puedo y haya lugar en derecho, que a fojas tres del expediente examinado, seguido contra Don José Agustín Chacón y Becerra en el Juzgado del Señor Auditor de Guerra de este Ejér· cito, y por ante mí el Escribano, se halla Ja continuación de la confesión del referido; y de ella sacada una cláusula con cabeza y pies, es al tenor siguiente: En el Cuartel General del Cusco, en veinte nueve días del mes de marzo de mil ochocientos quince años. De en su persona y estando en las casas de Cabildo de que doy fe.- Gamarra.- Rúbrica. AL MARGEN. Decreto.- Cusco, abril seis de mil ocho– cientos quince.- A los efectos que convenga, agréguense a este proceso las cuatro fojas de pliego que se han encon– trado entre los bienes del Prebendado Don Francisco Carracón, las que igualmente que las demás piezas que habrán en el Proceso, se– rán legalmente reconocidas por el denunciado Carrascón. Segovia. Ante mí: Pedro Joaqun de Gamarra. En la gran Ciudad del Cusco, Capital de este Impe– rio del Perú, a veinte días del mes de octubre de mil ochocientos catorce en las Salas del Gobierno de la misma hallándose congregados los Señores el General Señor Don José Angulo aclamado por la tropa y confirmado posteriormente por las tres Corporaciones de ella, y los Señores el Teniente Coronel Don Juan Tomás Moscoso y el Doctor Don Jacinto Ferrándiz, Abogado de las Audiencias Nacionales del Perú que justamente los tres de los insolidum y mancomun· forman este Gobierno del Perú,

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