Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 565 obsequio de la verdad so cargo del juramento que fecho tiene en que se afirmó y ratificó siéndole leída esta su declaración de princi– pio a fin, dijo ser de edad de cuarenta y siete años, y lo firmó con dicho Señor comisionado de que doy fe.- Enmendado geroglifi– cos- vale. Pedro López de Segovia. Juan Evangelista de Arauja. Ante mí. Pedro Joaquín de Gamarra escribano de su Majestad y Público. Otra.- En la ciudad del Cusco en siete de abril de mil ocho– cientos quince años en prosecusión de esta sumaria el referido se– ñor Juez Comisario hizo comparecer ante sí al Licenciado Don Juan Pinto y Guerra Abogado de esta Real Audiencia de quién su Mer– ced ... GRABADO CON LA FIGURA DE JOSE ANGULO, esta temible Ciudad aprisionaron a todas sus autoridades y a todos los sospe– chosos sin derramar sangre; y a las seis de Ja mañana fue ya por la tropa aclamado por General del Perú y Don Gabriel por Coman– dante del Cuartel y Don Manuel por celador de Ja Ciudad, a quienes debe el Perú ser Nación independiente verificándose a la una. El Europeo Carrascón la C!elineó y ofreció a la Patria a sus expensas en desagravio de las injusticias que sus paisanos le hicieron. El pro– verbio sagrado Regnum Hispanie a gente irl gentem trasfertur per injusticias et contumelias et diversos ef,oles. Curátula Sermón.- Sermón que hizo el Prebendado Doctor Don Francisco Carrascón para la Bendición de las Banderas Pa– trias del Perú en su capital del Cusco encargado pon su General aclamado Señor Don José Angulo en el día cinco de septiembre pa– ra el veintiocho del mismo: las que por las circunstancias que ocu– rrieron se bendijeron por él m ismo el ocho del propio mes de mil ochocientos catorce de orden de su propio Obispo, con toda solem– nidad y aplauso según ordenanza y ceremonial romano. - - SERMON.- In Fide et lenitate santum facit illum et elegit eum ex omni carne, etc. capítulo cuarenta y cinco. En la fe y en la lenidad lo hizo Santo y lo eligió de toda la carne, esto es sin excep– ción de personas ni lugares. Por estas palabras en las que el ecle– siástico forma un hombre Santo, lo elige sin excepciones de per– sonas, y lo hace aparecer grande a la p resencia de todas las gentes parece que las propias con las que en esta feliz época el Todo Po– deroso establece este su Imperio Peruano. In fide et len'itate, y tam– bién lo forma de Ja estirpe de todas las Naciones, et elegit eum ex

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx