Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

576 MANUEL JESUS APARICIO VEGA calzones, porque los dejaron a la otra banda del río, para pasar– lo, me fue forzoso hacerla permanecer en este desabrigo hasta la mañana del día inmediato, temeroso de que el repaso del río le ocasionase alguna sensible consecuencia. A la primera luz del 12, mandé a unos trasladar el campo y a otros reconocer el de batalla, con objeto de recoger las piezas, pertrechos, municiones fusiles, y todo cuanto se notó abandonado la tarde deI día anterior, por los insurgentes. Con efecto, se reco· gieron treinta y siete piezas de artillería, de las cuales se destro– zaron treinta y cinco: cuarenta y tres fusiles y una escopeta, un cajón de bala rasa de a 3: dos id. de metralla de a id. un id. con catorce tiros de bala rasa de a 3, y veinte y siete de a uno, dos id de metralla de a 4 dos id. de bala rasa de a 1, seis dichos de car· tuchos de fusil cuatro barriles de id: un id. de pólvora suelta, y tres cajas Además, se han encontrado en esta capital las armas, pertrechos y útiles de guerra, que constan del adj unto inventa· rio. Nuestra pérdida consistente en siete muertos a bala, incluso el subteniente del primer regimiento don Estanislao Arechaga, seis ahogados en el río y siete heridos a saber en el primer regi– miento el cabo primero Asencio Alegría, otro id. Manuel Flores, soldados Manuel Rodríguez, y Pablo Vargas. Bn el batallón deno– minado del general el subteniente don Mariano Miranda, sargento primero Raimundo Sechas, y cabo primero Jerónimo Honda Hen· ríquez, contusos, los valientes oficiales teniente coronel don Ca· simiro Bellota, y capitán don Bartolomé Calvet. Y respecto de que todos los jefes, oficiales y tropa merecen una general consideración por el relevante mérito que han con· traído en una campaña tan interesante y penosa, como la presen· te. no puedo menos que proporcionar algún premio a aquellos in· dividuos que más se han distinguido en la gran acción del 11, di– rigiendo para ello, por separado, a las superiores manos de V. E. la relación de propuesta, a fin de que perciban la justa remunera· ción a que se han hecho acreedores por sus sacrificios y conatos, pe· ro n.o por esto debo omitir hacer el más justo elogio en abono de la firme y circunspecta constancia del señor don Ramón Gonzá· lez de Bermedo, coronel del primer regimiento de su muy bene– mérito comandante el coronel don Julián de la Llave, y sargento mayor del mismo el de igual clase don Mariano Noboa: como t ambién de la singular comportación del capellán presbítero don Tomás Zúñiga: pues han sellado honrosamente la noble opinión

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