Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 591 138 PROCLAMA DEL MARISCAL RAMIREZ A LOS CUSQUE~OS DESPUES DE HABER DEBELADO LA REBELION DE PUMACAHUA Don Juan Ramírez de Orosco Mariscal de Campo de los Rea– les ejércitos y General en Jefe de la Expedición destinada a la pa– cificación de esta provincia. Habitantes del Cusco: Vuestros actuales temores, y la tumul– tuosa inquietud de que os veis poseídos, son proporcionados efec– tos del cúmulo de males que habeis ocasionado a todas las provin– cias de este continente, contempla con ojos atentos la influencia perjudicial que produjo vuestra misma opinión en el concepto general: forma que asf como ella infundió el terror a los enemigos del Rey sosteniendo heroicamente sus sagrados derechos, así también desvaneció levantándose contra éstos porque aquéllos creyeron con nosotros que ya no quedaría pueblo alguno que no sucumbiese a la estrepitosa novedad de la insurrección del Cusco. Una persona de experiencia os ha demostrado que aunque desviaros ocupó la débil esperanza que Jos hermanos, paisanos y relaciona– dos que tenéis en el ejército real jamás habría en contradicción de vuestros criminosos designios; estos valientes penetrados de otro carácter y nobleza, al saber tan infausto acontecimiento, al saber tan abominable degradación, prorrumpiendo solemnes y rei– teradas protestas, juraron librar la adquirida honra de su patrio suelo de un modo expectable, y capaz de restituir su anterior brillo, el lustre de la fidelidad había acreditado en las presentes turbaciones . Ya los observais de todo miramiento que no sea el deseo de conservar esta laudable idea en sus corazones: pero sin embargo los veis portarse con una majestuosa moderación a la cual ha enjuiciado no poco la especie suscitada de un saqueo ab– soluto de vuestros bienes, de cuyo temor habeis estado cobarde– mente apremiados sin justo motivo cuando la lenidad de mis ope– raciones y la clemencia que ellas respiran debiera conciliarme y el reconocimiento muy distinto de resolver ni consentir tan des– tructor acto, propendo a vuestra felicidad común y a la consoli– dación de vuestra quietud como en principio único que puede
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx