Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

,·· 46 MANUEL JESUS APARICIO VEGA 13 QUEJAS QUE PRESENTAN PEDRO LOPEZ DE SEGOVIA, MARTIN VALER, BALTAZAR VILLALONGA Y JUAN JOSE DE OLAÑETA SOBRE LO OCURRIDO EL 7 DE FEBRERO DE 1813 Cusco, febrero 26 de 1813. Don Pedro López de Segovia, Don Martín Valer, Don Baltazar Villalonga y Don Juan José de Ola– ñ~ta, electores de la Matriz del Cusco que dicen ser. Dan cuenta de lo ocurrido en la Junta Parroquial de la Matriz celebrada el día 7 de aquel mes, movido en gran manera por la arbitrariedad de algunos ministros de aquella Audiencia, etc. T. 2~ N' 31. Manifiestan a V. A. los abusos y excesos que sobre aquella ciudad de parte de algunas de sus autoridades tocadas, haciendo particular mención del Regente Don Manuel Pardo y del Oidor Don Manuel Vidaurre. De aquél dicen, funda su orgullo en que todos los hombres le adulen servilmente y de éste, a quien apellidan monstruoso e ignorante aseguran que los sentimientos que ha pu– blicado en varios papeles apócrifos y seductivos, nada desmienten de los que ha manifestado en el estado de la embriaguez y ena– jenamiento: Que se evitarían semejantes desórdenes si un jefe enérgico estuviese a la cabeza de aquella Provincia, para que la bondad e ineptitud del Presidente Accidental el Brigadier Don Ma– teo García Pumacahua, unido al ascendiente que sobre él sienten los ministros de la Audiencia y señaladamente el criminal Escri– bano de Gobierno Don Agustín Chacón y Becerra, hace que no se conozca sino el atropellamiento y la impostura, habiéndose ma– nifestado especialmente en aquellos días, en los que al abrigo de la asonada y tumulto se formó proceso a dos abogados, sólo por haber exigido en unión de treinta y cinco ciudadanos el más exac– to cumplimiento de la Constitución, a saber que los dos mil y qui– nientos pesos extraídos del ramo de mojonazgo para devaneos y prodigalidades se entregasen al electo Diputado de Cortes, a fin de que inmediatamente viniese a la Península, llegando el exceso al término de despojar sin causa al Teniente Asesor propietario, para nombrar en su lugar a Don Lucas Esquinigo, Abogado bisoño e intrigante que seducido por aquellos ministros no tiene emba– razo de suscribir a sus providencias.