Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 613 dicho empleo para que le sirva, y no para que lo desobedezca. Cuar– tel de Paucarcolla, mayo diecinueve de mil ochocientos quince.– Tomds Carreri.- el señor Sub-Delegado de Lampa y comandante militar encargado de esta provincia. Al margen.- Otro del mismo Carreri.- Impuesto en Ja rela– ción que usted me explana en su oficio de ayer no encuentro nada de subsistencia sino que todo es una apariencia de sus figurados desvelos en servicio de la Patria; lo que a usted le importa es in– mediatamente cumpla con lo que dice mis órdenes de diez y nueve, y por consiguiente la entrega en este cuartel de los indios de Ja hacienda de Sacanagachi sorprendidos por los indios de ese pue– blo, y extraño demasiado el que no me diga nada sobre este parti– cular teniendo sobrado tiempo, ello por fin quede usted adverti– do que mañana estará aquí el sefior General con todo el ejército, ya que no se cumple las órdenes por Jos medios de política se harán efectivas por la fuerza- Dios guarde a usted.- Muchos años.– Cuartel principal de Paucarcolla, y mayo veinte y uno de mil ocho– cientos quince.- Tomds Carreri.- Señor Alcalde Recaudador don José Flores. Al margen.- Oficio de Cansino.- Ha sido de extrañar el poco aprecio con que han mirado la defensa de nuestro pueblo e intere– ses, y al contrario los demás pueblos que no se han hallado en la danza me han auxiliado con tanta prontitud, y ustedes han mi– rado con desprecio que la prontitud era en la contraria causa, y no en ésta, pero ustedes sabrán lo que hacen de que su parte nada han hecho, aun yo me he quebrado la cabeza, en que siquiera manda– rán exploradores de Chuito por balsa a los enemigos ni contesta– ción he tenido. Por último para no cansarme más digo que si uste– des no mandan la gente hasta esta tarde, bien pueden no mandar nunca, porque mañana muy temprano levantaré el campo al punto que se hallan de orden del señor General, porque yo soy súbdito que he de obedecer y mi tardanza ha sido por esperar a esta gente, siempre que haiga cualesquiera resulta ustedes serán responsa– bles. Necesito para el alimento de la división el que me manden el dinero de la contribución que mitad de ellos dicen que existen en su poder, como el dinero que se encontró al finado Ríos que tampoco quiere usted darme aunque le pedí; ahora más que nunca se necesita para los pocos días que durará esta expedición, porque d Dios de Jos ejércitos nos ha mirado con los ojos de piedad, y ha permitido el que nuestros ejércitos han sido triunfantes como se

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