Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 47 De aquí dimanó que en la Junta Parroquial celebrada el día . ~ 7 de aquel mes en el Convento de Nuestra Señora de Las Mercedes, · t ) 11 clamó el pueblo· por la libertad de los dos abogados, a quienes después de 30 horas no se les había manifestado la causa de su prisión ni ejecutado nada de lo que presione la Constitución. El Presidente sugerido por los ministros y párroco de la Matriz (hijo del criminal Becerra) manifestó que dichos abogados habían de– linquido contra la fe, la religión y el Estado: Agitado el pueblo exi- gió que el Asesor Esquinigo expusiese bajo el sagrado de su con- ciencia si los tales abogados eran o no verdaderos delincuentes, a lo que contestó dicho Asesor que no tan sólo no eran reos sino que ni debían tomar agua bendita por el crimen que injustamente se les atribuia, cual era todo trama urdida por los expresados Pardo, Vidaurre y Becerra, y que se le habían tomado reiterados jura– mentos para que no los pusiese en descubierto: En tal estado no pudo menos el Presidente que mandar poner en libertad, bajo fianza, a los dos abogados, los que siendo conducidos por el pue- blo a presencia de la. Junta en medio de vivas, y aclamaciones, protestaron harían ver su inocencia y la iniquidad con que habían sido procesados. Dicen que faltarían a la justicia, si no manifesta- sen a V. A. que el Teniente Asesor Don Pedro López de Segovia fue el que con resolución sagaz y prudente tr¡mquilizó el pueblo, inspirándole sentimientos de respeto a las autoridades y, especial- mente, a su enemigo el Párroco Becerra, a quien pedía el pueblo se le arrojase de la Junta, pero que habiP-ndo cesado todo alboroto, empezó la votación, siendo los exponentes elegidos electores a .plu- ralidad de votos, como lo acredita el documento número 1?. Frustradas por este incidente las ideas de los oidores, calum– niaron a Segovia y demás honrados vecinos con la nota de sedi– ciosos, y a fín de que V. A. conozca lo apócrifo de cualquier in– forme que puedan dar sobre la materia, acompañan el testimonio señalado con el número 2, que manifiesta lo verdaderamente acae– cido en la referida Junta, como el del número 3, la intentada recon– ciliación de Segovia con dichos ministros aseguran a V. A. la fide– lidad de aquel pueblo, como aparece del documento número 4. No se ha recibido en este Ministerio que en un oficio original del Obis– po de aquella Diécesis fundan sus esperanzas en los desvelos del soberano Congreso y en los de V. A. por su felicidad, y concluyen por súplicas de V. A. ponga fin a los excesos y caprichos de los mi– nistros de aquella Audiencia Don Manuel Pardo y Don Manuel Vi– daurre que parapetados con la imbecilidad del Presidente acciden– tal, han violado lo más sagrado de las leyes.

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