Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 621 contró con el suceso de modo que vio estar enterrando a varios difuntos, y otros que estaban en la capilla de la caridad: Que por la tarde lo encontró a don José Flores en su casa todo confuso sin saber lo que le había sucedido; que de verlo sin resolución, ni de– terminación alguna se retiró el declarante para su estancia, que al segundo o tercero día de este pasaje yo el declarante que común– mente decían que los rebeldes habían dado orden que llevasen presos, a don Emedio Pérez y a don José Flores por decir que eran sarracenos, y que no habían cumplido con sus mandatos: que de esta suerte vio que el citado Flores padeció bastantes persecucio– nes de parte de los rebeldes, y considera que el escape de su vida haya sido milagroso, que ésta es la verdad de cuanto sabe, y puede decir so cargo del juramento que hecho tiene, y agregó que los cau– dillos ejecutores de aquella mortandad fueron los principales José María Avila, Ignacio Camino, Pancho Pérez, y Mantincho Castillo, con otros varios de los pueblos de Pusi y Coata que no los conoce en que se afirmó, y ratificó, dijo ser de edad de sesenta y más años que no le tocan las generales de ley, y no firmó porque dijo no sa– ber, lo hizo su Señoría, de que doy fe.- Francisco Gonzales.- Ante mí, Juan de Valenzuela, Escribano Público de Cabildo, Gobierno Intendencia, Rea l Hacienda y Juzgados. Al margen.- Otra.- En igual conformidad, y en el mismo día presentó la parte por testigo a Mateo Suasaca, natural, y veci– no del pueblo de Capachica, y actual Alguacil de dicho pueblo, de quien s u señoría le recibió juramento por Dios Nuestro Señor, y :.ina señal de Cruz, según forma de derecho, y en su virtud prometió decir verdad en lo que supiere, y fuere preguntado, y siéndolo al tenor del escrito que antecede dijo: Que con motivo de haber llega– do a aquel pueblo el día viernes bajo el comando del doctor don José Antonio de los Ríos la tropa del Rey, lo mandó al declarante su cacique don José Flores, fuese a juntar mulas con todo empeño con el fin de despachar a dichos soldados al siguiente día en el pue– blo de Huancané según habían determinado: que en su cumplimien– to se encaminó el declarante lleva:-ido en su compañía otro indio, y habiendo llegado o estado cerca de la estancia de Escallani, se encontró con José María Avila a cosa de las nueve de la noche que venía de la parte contraria acompañado de cuatro hombres a ca– ba llo, y le preguntó al que declara de dónde venía, y para dónde iba a que le contestó la orden que llevaba, y el citado Avila le amo– nestó que se dejara de junta r mulas y que pasase más bien a juntar algunos indios y llevarse al punto de Chacomoco, donde lo espe-

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