Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 631 sin embargo del defecto que usted ve de que podrán certificar los señores oficiales de la Caja, como también del empeño, y amor con que he cobrado los tributos, y enterado en estas Reales Cajas, por lo que siempre me he llevado las atenciones y amor de Jos señores jefes que han gobernado esta provincia y en una palabra señor lejos de ser castigado debo ser premiado, y si no era así, por qué me perseguían con tanto horror los caudillos subversores y me mi– raban con tanta aversión? por qué procuraron a cada instante qui– tarme del medio? pues Jos m ismos que hoy me acriminan no eran mis inductores, para conservar mi vida de la ira de los caudillos, y otros que mal me querían? qué valor tienen pues ahora señor para condenarme en su respetable Juzgado? y ponerme en el mi– serable estado en que me veo quizá de mendicidad? y es posible que aún no estén contentos sino que procuren quitarme Ja vida, va– liéndose de industrias, y maquinaciones hasta llegar a seducir a mi mujer, a quien la han hecho que esté contra mí, y me niega los auxi– lios más necesarios para mi subsistencia, y Ja de estas criaturas, y últimamente señor ellos poseen m i casa, y mis pobrezas, no quiero ser más claro porque sería faltar al debido respeto, y ensuciar su atención, si llegare a declarar los excesos y picardías que han hecho con mi triste casa, y con mi mujer; en esta virtud y en vista de lo que tengo expuesto dígnese Ja piedad de Vuestra Se– ñoría concederme la libertad, para poder buscar los medios que puedan auxiliar mis necesidades, y de algún modo reparar mi to– tal ruina, atendiendo al mismo tiempo mi deplorable y última mi– seria, como padre que siempre ha sido Vuestra Señoría de los afli– gidos indefensos como yo: Por tanto.- A Vuestra Señoría rendida– mente pido y suplico que mirándome su acostumbrada piedad con lástima se digne proveer como suplico a su benignidad que es mer– ced con justicia la que espero alcanzar, jurando en forma no pro– ceder de malicia, para ello etc.- José Flores (Rúbrica). Puno y julio veinte de m il ochocientos dieciséis.- Vuelva el actuario a reconvenir al Administrador de Correos sobre los pa– peles que se reclaman, y asiente la diligencia con especificación dan– do mejor lleno a sus obligaciones.- Gonzáles (Rúbrica).- Ante mí. Juan de Valenzuela (Rúbrica). Escribano Público de Cabildos, Gobierno In tendencia, Real Audiencia, y Juzgado. En la ciudad de Puno, en veintitrés días del mes de junio de mil ochocientos dieciséis años: Yo el Escribano hice notorio el au– to que antecede al Administrador de la Real Renta de Correos don

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