Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
684 MANUEL JESUS APARICIO VEGA pues acabo de tener noticias de que los de Chuquibamba han he– cho su frente en Orcopamba con ochocientos hombres y cuatro cañones, que en el pueblo de Velille quinientos hombres con trece cañones con las miras de invadir este lugar, y siendo así seremos todos víctimas de la crueldad de los enemigos y yo el primero porque por todos modos los he procurado destruir el sistema ini· cuo a los insurgentes pues le aseguro a U. S. 1. que a patriotas he reducido a la obediencia debida por tantos títulos a Nuestro Soberano, y prueba de ello que las noticias expresadas me las comunica un Patriota arrepentido por un oficio que le pasé, en contesto de su oficio que nos dirigió el cual lo pasé al señor Vi– cario General y Provisor. Espero yo como todos estos infelices que U. S. 1. verá por ellos pues no es regular que un pueblo tan fiel como éste experimente las fuerzas del enemigo, asimismo su– plico a U. S. 1. me ordene lo que debo hacer en caso de que ocul– ten porque mi ánimo es retirarme por no perder mis tristes días, para ir pronto a practicar lo que U. S. 1. me ordene.- Dios guar· de la muy importante vida de U.S. 1. como tan necesaria para el régimen de su Iglesia. Caylloma enero seis de mil ochocientos quin– ce.- Ilustrísimo Señor.- Su más humilde súbdito que besa su mano.- Hermenegildo Vizcardo.- Ilustrísimo señor doctor don Luis Gonzaga de la Encina. Ilustrísimo Señor.- Contestada en veintiséis de marzo.- El señor de las misericordias sin mirar mi indignidad me ha liber– tado de las manos opresoras de los insurgentes de Chuquibamba; quienes como comuniqué a U. S. l. asaltaron este lugar el día tre– ce hacia a las cuatro de la tarde.- Las operaciones de estos ini· cuos hombres han oprimido demasiadamente mi corazón pues han robado a las gentes más pobres dejándolos al parecer y de otras intentaron sacar donativos dados, pero no salieron con la suya, porque apenas dieron unos pesos a fin de evitar el saqueo de sus casas. A mí me manda pedir también donativos para su patria el insurgente Salazar, pero le mandé decir que ni medio real podía dar y poco después me mandó decir con un oficial que me pre· parase para salir de prisionero con él, y lo que le contesté fue de que si tenía autoridad paar mandarme decirlas venga él mismo a intimarme, y que iría gustoso después que dar el motivo alguno. El catorce sucedió todo esto; anochecimos con bastantes temores que L.. l a las cuatro de la mañana tuve noticia de que se regresaba esta tropa de bandidos a causa de haber tenido noticia de que nuestro señor general Ramírez había derrotado al insurgente An·
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