Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 685 gulo de lo que he dado supuestas gracias al Señor, pues se ha li– bertado este infeliz pueblo a las mayores fatalidades que ya U.S.I. puede contemplar, porque el ánimo de estos hombres libertinos era destruir este Caylloma por haberse conservado en la fidelidad y obediencia a su legítimo Soberano el señor doctor Fernando Sép– timo. Ponderar a U.S.I. la insolencia de éstos no atino pues has– ta este instante está mi espíritu no se cómo y el pueblo tan ami– lanado que todo él es llanto.- El compañero J. Francisco Bueno se ha manejado con la mayor fidelidad acompañándome en mis fa~ tigas, pues los dos estuvimos rodeados de soldados en la plaza, y al contenerlos, aunque sufriendo mil oprobios hubiera sufri– do el Pueblo mayores robos.- Todo lo comunicó a U. S. 1. para que como padre Universal y tan compasivo de las desgracias de sus ovejas nos ayude a dar las gracias al Señor de las Misericor– d ias que ha obrado con este Pueblo.- Dios guarde la muy impor– tante vida de U. S. 1. muchos años.- Caylloma marzo diecinue– ve mil ochocientos quince.- B.L.M. de U. S. 1. su más humilde súbdito.- Hermenegildo Vizcardo (Rúbrica). Copia de Diez Vélez a Belgrano.- El adjunto oficio del Coman– dante don Miguel Aráoz fecha de ayer que remito a V.E. en copia, y que he recibido, instruirá a V. E . de Ja interceptación de los cami– nos por el enemigo, que impide la remisión pronta de lo que V. E. ha pedido, y exige en su oficio de cinco del corriente, que ha llegado anoche conducido por el oficial don Gregorio Madrid a que voy contestando.- Después de haber cumplido ciegamente la orden de V .E. para que viniese a esta Villa a activar los trabajos y re– misión de cuanto pudiere ser necesario, y útil a V. E. no puedo menos que impulsado del celo, que me anima por la salvación de la patria, que hacerle presente la suma necesidad que hay de que V. E. se replique a este punto. No hay señor Excelentísimo como conducir los útiles de guerra, no hay como contar con los recursos de esta Villa, si no se forma el Cuartel General en ella, ni hay como conservar el orden, y los grandes intereses públicos, que quedan, y nos exponemos a perderlo todo, porque el Pueblo casi todo es nuestro enemigo, y los curas, y principalmente veci– nos de sus respectivos partidos.- Lo que hay aquí para sacarlo necesita sobre quinientas mulas de carga, y apenas contamos con cien, las remesas que se haga V.E. deben ir rodeando, y co– rren muchísimo riesgo, pues el enemigo puede saber de ellas fá. cilmente, y tomarlas destacando cien o doscientos hombres. Si las mando escoltadas con otro tanto número de gente, nos exponemos