Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 719 que la conducta, buena educación y sentimientos católicos del pre– sentante son notorios y que el conocimiento de muchos años de este individuo al declarante le hace fuerza a decir que no ha oído que en el corto tiempo de la revolución hubiese hecho un perjui– cio señalado en la persona, ni interés de individuo alguno; que ésta es la verdad de cuanto tiene referido y declarado en fuerza del juramento que hecho tiene en que se afirmó y ratificó; leída su declaración: dijo ser de edad de treinta y seis años. Que no le tocan las generales de la lt:y, y para su constancia lo firmó con su merced de que yo el Escribano doy fe. - Chávez (Rúbrica. - losé Bernedo (Rúbrica).- Mendoza (Rúbrica).- Ante mí Juan de Valenzuela (Rúbrica) Escribano Público de Consejo de Guerra y Real Hacienda y Juzgados. En la ciudad de Puno, en veinte y ocho días del mes de mayo <le mil ochocientos diez y seis años, el señor Juez Comisionado en esta causa habiendo presentado la parte interesada por testigo a Don Domingo Castillo, vecino de esta ciudad, a quien le reci– bió jurameato por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz, se– gún forma de Derecho y el susodicho lo hizo como se requiere bajo del cual prometió decir verdad en lo que supiere y fuere pregun– tado, y siéndolo al tenor del interrogatorio que antecede, dijo: A .la primera: Que todo lo que se relaciona en ella, sabe úni– ,·amente por noticias, por haber estado por entonces enfermo en el Hospital de esta ciudad, y responde. A la segunda, dijo: Que en la misma conformidad hallándose en el dicho Hospital sabe por pública voz y fama que la noche del veinte y cinco de Agosto del año de mil ochocientos catorce, hubo sublevación por los reclutas en el Cuartel, a cuya pacifica– ción el presentante y su hermano D. D. José María de Eche· nique fueron los que acudieron con bastante empeño, sin embar– go de que los vecinos más honrados de la ciudad se hallaron y acu– dieron a la misma pacificación; que también sabe que las ulte– 'fiores operaciones de esta pregunta hecha por el presentante i>on notorias y que efectivamente se distinguió en cuidar el decoro de la autoridad legítima y responde.

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