Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 723 A la primera que es cierto y notorio que en virtud del Cabil– do Abierto que se hizo por tres días donde se llamaba al grande y ai chico para que prestasen sus pareceres sobre la seguridad de esta Plaza el día tercero se resolvió su rendición por los avisos que pasaron del Pueblo de Lampa suponiendo que las fuerzas in– surgentes eran superiores a las de ésta, y responde. A la segunda, dijo: Que poco después que había acaecido la sublevación hecha por los reclutas en el Cuartel, quienes tozudamen– te se habían dirigido hacia la esquina de la casa del declarante con ánimo de entrar a la casa del señor Asesor de esta ciudad y a la del Tesorero, cuyas casas están contiguas y unidas a la del de– ponente, a la algazara y tumulto habiendo salido para la calle, encontró con estos dichos reclutas en el número de cuarenta y tantos, en cuyo acto les preguntó con entereza qué querían y a dónde iban y sin contestación alguna regresaron para el mismo Cuartel y a poco rato encontró el declarante con el representante quien venía con cuatro a seis hombres armados apaciguando aque– llas bullas y habiéndole preguntado el declarante al dicho pre– sentante qué novedad había, le contestó que convenía que to– dos los vecinos se presentasen al Cuartel a contener aquel tumul– to que se estaba experimentando y acabadas estas palabras siguió adelante con grande empeño a reparar y contener aquel estrépito. Que al siguiente día también le consta que lo hizo pl'oclamar en compañía de otros señores al señor Gobernador de nuevo por tal en el Cuartel y en las calles más principales, y responde. A la tercera, dijo: Que también le consta y sabe que la noche de aquella sublevación fue nombrado de Oficial de Guardia, por– que de su vigilancia y empeño se esperaba que no sucediesen o si– guiesen las bullas que acaecía, y que también le consta que al si– guiente día fueron despedidos los reclutas, habiéndoles dado a dos pesos a cada uno por orden del señor Gobernador y responde. A la cuarta, dijo: Que la tarde de la mañana que llegó el insur– gente Pinelo, habiendo estado formado en la Plaza todos , los de la ciudad a la voz de dicho Pinelo que si querían ir en su com– pañía al Desaguadero contestaron todos que si D. José Antonio Ríos y D. Ramón Echenique iban, irían todos; sin embargo le consta al declarante que el presentante se quedó en ésta y sabe por noticias que se puso en cama fingiendo enfermedad porque no le obliguen y responde.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx