Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 83 calabozos en que estaban los presos, éstos suplicaban no hiciesen tal, y que no saldrían sino por las puertas por donde entraron, abiertas éstas, por orden expresa de su Señoría muy ilustre y que efectivamente habiendo ido esta orden y abiertas las puertas sa– lieron por ellas con un júbilo y alegría de toda la ciudad. Que al salir los dos expresados presos, otros que estaban en distintos calabozos, pedían al pueblo que a ellos también sacasen y despn:– ciando el pueblo semejante petición riespondió que ellos estaban presos por sus delitos, que era justo que los pagasen, y no eran inocentes como los que sacaban. Que esto es lo que presenció, oyó y vió el declarante, sin haber notado en el pueblo tumulto, ni motín alguno, y la verdad so cargo del juramento que tiene hecho, y siéndole leída esta su declaración de principio a fin se afirmó y ratificó en ella; expresó que no le comprenden las ge– nerales de la ley, y lo firmó con su Merced por ante mí de que doy fe. Rozas . Fray José Gonzales Terán. Ante mí: Mariano Me– léndez Paez, Escribano de su Majestad Público y Notario Mayor. 9? Testigo el Padre Maestro Fray Juan de Dios Salcedo. In– continenti. Ante dicho señor Alcalde fue presentado por testigo el Padre Maestro Fray Juan de Dios Salcedo de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, Doctor Teólogo en la Universidad de San Antonio y Examinador Sinodal en este Obispado de quien su Mer– ced por mí el Escribano, y en virtud de la licencia que expresa tener de su Prelado, le recibió juramento que lo hizo in verbo sa– cerdotis tacto pectare, so cargo del cual ofreció decir verdad de lo que supiere y fuere preguntado, y siéndolo al tenor del escrin>" de fojas dos, dijo: Que el día domingo siete del corriente ins– peccionó por curiosidad la Junta de la Parroquia Matriz, que se celebró en dicho Convento, y que estando para proceder a la elec– ción pidió el pueblo que sabía que estaba preso el Doctor Borja, que concurriese a este acto; que oída la petición por el señor Presidente se negó a ella diciendo que eran reos de Estado, de lesa Patria y Religión; que sin embargo de esto insistió dicho pue– blo en pedir su asistencia, alegando que tenía derecho de saber su eausa por lo prevenido en la Constitución, a cuyo efecto afianzaba Ja persona del Doctor Borja juntamente con la del Doctor Are– llano, protestando que si los reconocía reos volverían a entrar a la prisión; que en esta virtud el señor Presidente avino a la soli– citud del pueblo; que de facto los que se juzgaban reos compare– cieron, que el señor Presidente los declaró por inocentes; que absuelto esto, procedieron a su elección, la que se concluyó a las

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