Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 169 do entre otros nada equívoco el mérito del Arcediano Dn. José Benito Concha, que en medio de sus bellas cualidades fue con su familia la víctima de las amenazas y persecución de los rebeldes, de cuyos principios infiere que algunos respetos de gratitud y deferencia a ciertas personas pudieron equivocar el concepto del Virrey según se lo expuso en la representación de que acompaña copia. La contestación original del Virrey la remite el Cabildo con su segunda carta y es concebida en los términos siguientes: "La dimisión voluntaria que ha hecho ese Iltmo. Señor Obispo del Go– bierno de la Diócesis por su avanzada edad y enfermedades ha– bituales, que no le permiten desempeñarlo en las actuales delica– das circunstancias en que se halla la Provincia, es un caso extra– ordinario en que no recae aquél en ese V . Cabildo, y por el con– trario ha podido dicho Prelado cometer todas sus facultades a la persona Eclesiástica que mereciese su confianza y la mía como Vice Patrón Real Superior para ejercer tan grave cargo, sin nece– sidad de que fuese miembro del Cabildo mayor del Obispado: así ningún agravio se hi!. inferido a V. S. sin embargo de que son desde luego muy beneméritos y dignos de obtenerlo, en que haya recaído la elección en el Dr . Dn. Antonio Bustamante cura de Paucartambo, especialmente concurriendo en el mérito y bellas cualidades que V. S. reconoce, ni por consiguiente ocurre justo motivo para alterar lo ejecutado". N~ 6. No satisfecho el Cablido con la referida contestación solicita se le declare el Gobierno del Obispado, a tribuyendo la elección hecha en el D .D. Antonio Bustamante al influjo del Re– gente Dn. Manuel Pardo que valiéndose del General del ejército y con informes exagerados sorprendió al Virrey con ellos para el logro de sus ideas. La carta que separadamente dirige el Obispo con fecha de 26 de Julio del propio año de 1815 se reduce únicamente a recordar las dos instancias que tiene hechas para el nombramiento de Auxi– liar, e insistiendo en lo mismo propone en primer lugar el Arcedia– no Dn. José Benito Concha; en segundo al Dr. Dn . Domingo Echa– ve y Mollinedo Cura de San Sebastián, suburbio de aquella ciudad, y en tercero a don Fernando Pimentel Cura de Tinta en la misma Diócesis. Sobre este preciso punto resulta del antecedente agregado por Secretaría que el referido Prelado solicitó en efcto en Representa– ción de 13 de Julio de 1810, apoyada por el Presidente de aquella Audiencia, que en atención a su edad y achaques se le nombrase
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