Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 173 que se le hizo, decretamos que ocurriese a mi Gobernador, y que . habiendo pasado con dicho escrito, y su proveído al Gobernador Doctor Don Antonio Bustamante, lo repelió, mandándole presen– tase otro escrito directamente a él, y no ante Nos, por cuyo mo– tivo le fue preciso al interesado recoger el primer escrito, y su proveído, y formar otro para optar la providencia que deseaba. Y respecto de convenir a nuestro derecho, y al de nuestra Dignidad este hecho mandamos se le tome la declaración oportuna al men– cionado Doctor Carrasco, y se evacuen las citas que éste hiciese para cuyo efecto damos la Comisión necesaria a nuestra Notario Mayor y que fecho se saquen testimonios por duplicado. Así lo proveyó, mandó y firmó su Señoría Ilustrísima el Obispo Mi Se– ñor. En la ciudad del Cuzco, en veinte y dos días del mes de junio de mil ochocientos diez y seis años.- El Obispo. = Por mandado de su Señoría Ilustrísima el Obispo mi Señor. = Marcelino Torres, Pro-Secretario. (AL MARGEN). Declaración. En la ciudad del Cuzco, en veinte y dos días del mes de j unio de mil ochocientos diez y seis años. En cumplimiento del superior Auto de su Señoría Ilustrísima el Obis– po mi Señor. Yo el infrascrito Notario Mayor de esta Curia Ecle– siástica, y su Obispado, estando en esta Secretaría Episcopal el Doctor don Toribio Carrasco Cura Rector de la Parroquia de los Reyes alias de Nuestra Señora de Belén, y en virtud de la comi– sión que en él se sirve conferirme su Señoría Ilustrísima le re– cibí j uramento, que lo hizo por Dios nuestro Señor y una señal de Cruz, in verbo Sacerdotis tacto pectorae, ofreciendo decir la verdad en lo que supiere, y le sea constante según el tenor del Auto que antecede cuyo tenor se le leyó y enterado en él dijo. Que es verdad el declarante pedido por escrito ante su Señoría Ilustrísi– ma, el que se sirviera librar Censuras para que por este medio lo– grase se le restituyera un robo de ingente cantidad de la Iglesia de su Doctrina, que se vendió para el reparo de la Iglesia que ame– nazaba, y amenaza ruina, y parte de los proventos del declarante. Y por su superior decreto mandó remitir a su Gobernador Doctor Don Antonio Bustamante, y el declarante le entregó al Notario Público Francisco de la Torre, para que lo hiciera proveer en el juzgado del Gobernador, y el expresado Notario le devolvió al De– clarante diciéndole que el Gobernador mandaba que directamente fuese Ja petición a él, y que se había incomodado de haberse pre– sentado el declarante an te su Señoría Ilustrísima: Y en su virtud hizo otro escrito directamente a él, y se lo presentó personalmente
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