Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 9 179 PROCLAMA DE PIO TRISTAN Don Pio Tristán y Moscoso, Brigadier de los Reales Ejércitos Gobernador Intendente y Comandante General Interino de las Ar– mas en esta Provincia de Arequipa, y Departamento del Mar del Sur, etc. A los que forman Ja expedición de la muy noble y fidelísima ciudad de Arequipa, y que en la actualidad sirven de Guarnición <.,n Ja de Puno. Compatriotas compañeros y amigos. En la representación que he recibido hecha a vuestro nombre, y cuyo tenor es contraí– do a manifestar a vuestros recomendables servicios al Rey y a la cousa pública, cumpliendo con Jos objetos de la expedición a que fuisteis destinados, y a pedir se os restituya a esta ciudad, por consideración de amor y ternura a vuestras familias, habría teni– do que extrañar en vosotros, respecto de lo último, un lenguaje que debe ser desconocido en los veraaderos Militares, si el car~ cer dicha representación de vuestras firmas, y el estar yo impues– to de ser contrarios vuestros sentimientos, no me determinasen a ercer que ella ha sido producción únicamente de alguno que está distante de conformarse con vuestro honor, con vuestra gloria y con la resolución que habíais formado de te1minar esa campaña c0n el lustre y esplendor que hasta ahora habéis acreditado, con este convencimiento, debía prescindir de su contestación, pero me exigen que os Ja dé, el deseo que tengo de hablaros desde esta ca– ¡;ital, juntamente en lo relativo a la especial consideración con que atiendo a vuestro beneficio, y a proteger vuestras familias, según os lo glosé cuando marchaba contra los insurgentes de esa provincia y los fundamentos con que puede asegurarse la próxi– ma terminación de esta campaña, para que al fin de ella podais restituiros al seno de vuestras casas con el derecho de llamaros constantes defensores del señor don Fernándo Séptimo. En cuanto a Jo primero, a vosotros mismos os reservo gra– duar por mis continuas recomendaciones a vuestros Jefes, para que nada os falte, y por las noticias que habréis recibido de vues– tras mujeres, de vuestras madres, y de vuestros hijos, si he po– dido hacer más en vuestro alivio, y en la protección de éstas, ha· hiendo proporcionado sean puntualmente en tregadas de las asig·
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx