Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
10 ~1ANUEL JESUS APARICIO VEGA m1ciones que hicísteis en su favor, a buena cuenta de los alcances de vuestros sueldos, y en que sobre lo segundo, bastante es decir, que a más de estar ya reunido el ejército del Alto Perú en una fuerza respetable, para perseguir, destruir, y aniquilar a los in– surgentes de Buenos Aires, se esperan de próximo en el Puerto de Arica seis mil hombres de las tropas de España, destinados a su mayor refuerzo. Así es que muy breve debe afianzarse Ja tranqui– lidad de las provincias todas de esta América Meridional, y llegar el momento de presentaros en vuestro Patrio suelo con el glorioso renombre de Pacificadores de la Provincia de Puno, que os es debi– do por las victorias pasadas, que os lo tributan unánimes los Je– fes superiores del Reino, y que es preciso lo hagáis más recomen– d<ible con perfeccionar la obra que está fiada a vuestras manos, disminuiríais vuestro mérito, y privaríais a vuestra gloria unos grados de aumento fáciles de adquirirlos, si trataseis de aspirar al descanso antes que vuestras penalidades pasadas estén en el caso de surtir todos los efectos a cuyo logro fueron consagrados. Yo por mi parte como el más interesado en vuestro honor, y en que vuestra opinión se eleve más y más, no permitiré que otros os arrebaten la gloria que está concedida a los que consuman iguales tareas; habéis hecho, si no todo, lo más y necesariamente, habéis de permanecer en lo poco que falta, para que ninguno ten– ga motivo de disputaros tan recomendables derechos.- Arequipa diez de agosto de mil ochocientos quince.- Pío de Tristdn.- Jo– sé Manuel Tames.- Secretario.- Es copia de que certifico.- Jo– sé Manuel Tames (rúbrica) Secretario. En: Biblioteca Nacional del Perú. Documento N• D !0645 *
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