Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
12 MANUEL JESUS APARICIO VEGA sino la repulsa contenida en el contesto original que acompaña, pero no satisfecho con este éxito, así porque no ve que el Prelado voluntaria y espontáneamente había hecho tal dimisión en perso– na de su confianza, como supone el Virrey, si sólo al efecto de su repetida insinuación pues que su voluntad, y satisfacción las tie– ne bastantemente cxplicad::is en las repetidas súplicas hechas al Rey nuestro Señor, según se sabe, para Obispo Auxiliar por el Arce– diano de este Coro, y enteramente ajeno su concep to de tal Cura, como porque no se manifiestan los particulares del caso extraor- dinario que abone [ ................. . . , ............ .. J. [ ... ] de la Provincia que supone el Virrey, podrá más bien con– tribuir el Gobierno de unos Curas que en el fermento de la mo– ción, quietos en sus doctrinas, no tuvieron que arrostrar, como los individuos de este cuerpo, a las comunicaciones de los Revo– lucionarios, siempre opuestos a sus perniciosos proyectos, como no lo ignora este Jefe; cuando por otra parte se confiesa el mérito y dignidad de los individuos del Cabildo para poder obtener el gobierno por hallarse también este cuerpo íntimamente persuadi– do que jamás la piedad del Soberano ha subrogado el derecho de su Real Patronato para la infracción del buen régimen, y re– glamentos Eclesiásticos, sino para su amparo y protección. Esta situación en que zozobra el Cabildo no le permite otro recurso que insistiendo en la representación hecha al Soberano, encaminar a V. E. sus naturales sentimientos, acompañando el úni– co comprobante original, que ha podido haber expreso en la car– ta del Virrey en un asunto demasiadamente sacramentado, resuel– to definitivamente, según se ve sin relación a documento alguno que lo sostenga, y sólo consistente en un mero dicho que no a r– guye decisión correspondiente a un acontecimiento, que ha de ser el norte para lo sucesivo. Para que el notorio celo de V. E. pro– penso al amparo de los deprimidos se digne hacer presentes a su Majestad estos particulares que mer ecen la atención propia de su alto Ministerio, y mover con ella propuso el Real ánimo a la declaración que interpela el Cabildo. Dios güe a V. E. los Ms. Años que el ministerio ha menester para su feliz desempeño. Cuzco, y agosto 26 de 1815.-Excmo. Sor. Feliciano Paz.- Mariano Ignacio Pacheco de Peñaloza.- José Be– nito Concha.-Br. Fernando Silva.- Mariano de Toledo.- Excmo. Ser. Don Miguel de Lardizábal y Urive. Archivo General de Indias-Sevilla.- Audiencia del Cuzco.- Legajo 66.
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