Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814
250 MANUEL JESUS APi\RlCIO VEGA mación de Santiago Prado, uno de los caudillos principales y con cartas que dicho religioso aseguró haber dirigido a Huamanga preponderando la fuerza de las armas insurreccionales, consiguió que aquella carrera manifestase y se declarase adicta a la causa, prestándose para todo lo que fue necesario a disposición de José Angulo. Este hecho mandó publicar por bando con el objeto de que los incautos se entusiasmasen y en premio de aquel servicio y su adhesión, solicitó dicho Angulo valiéndose de su idioma irre– sistible que dicho religioso (que mucho tiempo era Diácono sin que el Prelado Eclesiástico por su insuficiencia y conducta qui– siese ordenarlo) lo perfeccionase de Sacerdote con toda dispensa. Así lo consiguió y después de celebrar el día siguiente la primera misa, salió de esta capital a la de Huamanga el diez y seis de setiembre del citado año .con el título de Capellán de la expedi– ción que comandaba Gabriel Béjar con destino a la ciudad de Huamanga. En esta propia fecha me conduje a la Provincia de Andahuaylas como apoderado de Doña Tomasa Vásquez al reco– jo y averiguación de los bienes y efectos de su marido Don Juan Bueno Guerra, a quien por la calidad de Europeo habían saquea– do dicho Prado, el Padre Centeno y otras personas de su fac– cción, con cuyo motivo me informé y presencié lo siguiente: En la mañana del citado día diez y seis de setiembre en la Garita de Ticatica en donde había dispuesto el Dr. Don Pablo Alosilla hoy Prebendado de esta Santa Iglesia, un convite de almuerzo, ' lico– res y música en obsequio de Béjar, fue el panegírico y garante dicho Centeno. Incitando a que los concurrentes saludasen a la Patria (que así titulaban el sistema) y ofreciesen sacrificar sus vi– das en defensa de él. En la aproximación a Andahuaylas y en un lugar llamado Argama, donde el insurgente Béjar hizo formar el campamento en la mañana del día veinte y dos de dicho mes de setiembre hizo iguales demostraciones incitando a los soldados al valor y entusiasmo con expresiones nada decentes a la causa del Soberano y a sus vasallos. Al día siguiente veinte y tres en la en– trada pública de la tropa al pueblo de Andahuaylas, era dicho re– ligioso el que con fervor y de continuo hacía repetir la voz de "Vi– va la Patria", lo mismo que hizo en Jos envites de licor a la hora de comer, manifestando su buena disposición en aquel servicio. Cusco y mayo trece de mil ochocientos diez y ocho". Declaración del Padre Guillermo Lezama: "Que entraba donde Angulo por tres motivos, primero por
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx