Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 539 esta Real Audiencia, don Pedro Mariano de Goyoneche Caballero de Jus ticia de la Sagrada Religión de San Juan, y don Manuel de Vidaurre y Encalada Oidores del Consejo de Su Majestad se vio el oficio dirigido por el Excelentísimo señor Virrey del Reino, al sr·ñor Brigadier don Martín Concha y J ara Presidente Interino de esta Real Audiencia de diez del corriente mes y año, en que ha tenido a bien nombrar por tal Presidente al señor Brigadier don Mateo Pumacahua sucediéndolo por su mayor antigüedad, acordaron su cumplimiento, en su consecuencia ordenaron se pro– cediese a prestar el Juramento de estilo, y hallándose presente dicho señor Brigadier don Mateo Pumacahua lo hizo en la for– m« siguiente. Yo, don Mateo Pumacahua, Presidente interino de esta Real Audiencia, en virtud de la última Real Orden, librada por su Ma– j,~stad en veinte y uno de setiembre de mil ochocientos siete, Ju– ro a Dios nuestro Señor y al Rey, y a su Real nombre al Conse– jo Supremo de Regencia del Gobierno de España e Indias que co– mo tal vuestro Presidente de esta Real Audiencia Gobernador In– tendente de esta Capital y Comandante general de las Armas de ella; defenderé el misterio de la Purísima Concepción de María Santísima Señora Nuestra, observaré los mandatos que a vues– tro Real nombre me hicieren por palabra o mensajero cier to que mantendré en paz esta Provincia, y desviaré vuestro daño en todo lo que pudiere, y en caso de no poder ejecutar os avisaré de ello, que despacharé las causas con arreglo a las Leyes y Ordenanzas, que no recibiré, por mí, ni por interpósita persona, don, merced tierras ni acostamiento de ningun grande Consejo o Universidaa ni otra persona alguna, por el despacho de las causas, que amor ni desamor ni por don que me den ni prometan, no me aesvia– ré del derecho ni de la Justicia y prometo guardar, y conservar en todo vuestras leyes Reales Ordenanzas. Lo que si así hiciere Dios nuestro Señor me ayude, y al contrario, me lo dema nde. Amén. Y concluida pasó a tomar el asiento que ocupaba el se– ñor Brigadier don Martín Concha y Jara Presidente interino. Habiéndose éste retirado al asiento siniestro, y se dieron los abra– zos en señal de Albricias y con esto se posesionó concluyéndose su recepción y quedando por Gobernador Intendente interino de es– ta Provincia. Tres rúbricas. Don Mariano de Ojeda y Venero. Se tomó razón del anterior oficio y auto de recepción y ju– rnmento en el libro respectivo. Cusco, y setiembre veintiocho de r:lil ochocientos doce. Una rúbrica.

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