Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

LA REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 559 constituyó en el director de economía de caudales para sostener Ja~ tropas insurgentes de cuyo caudillo o jefe marchó para diver– sos puntos, y últimamente a la ciudad de Arequipa bajo el figu– rado título de Capellán por la íntima satisfacción que terúan los insurgentes de su conducta cooperando y auxiliando con estos r~('chos a la insurrección de esta provincia, debiendo ceñirse to· da la actuación de Ud. bajo de las cautelas del más estricto si– gilo el oportuno sumario que los califique, salvando cuantas ci– t~s ocurran en cuyo estado se me pasará el Expediente para li· brar las providencias que correspondan. Todo lo que espero practique Ud. sin pérdida de instante al· g:mo y con la imparcialidad que me prometo de su rectitud, pa· ra que de esa suerte se absuelva este importante paso del mejor servicio del Soberano lf. 91. Y yo reciba esta nueva prueba de la fü!elidad que le tiene acreditada.- Dios guarde a Ud. muchos años.- Cusco mayo 6 de 1815.- Ramón Gonzales de Bernedo (una rúbrica).- Sr. Dr. Don Pedro Miguel Urbina. Cusco mayo /f .101 22 de 1815.- Por recibido con el debido aprecio: Procédase a recibir la respectiva información al tenor del oficio de comisión llamándose Jos testigos que puedan ser sabedores de los hechos a que se contrae aquél a quienes se les recibirá igualmente juramento <le sigilo en esta materia.- Pe– dro Miguel de Urbina (una rúbrica).- Ante mí. Juan Clemente Jordán.- Escribano habilitado (rúbrica) En la ciudad del Cusco en veinticuatro días del mes de ma– yo de mil ochocientos quince años. El Señor Dr. Don Pedro Mi· gucl de Urbina Abogado de esta Real Audiencia y Juez comisio– n:ido en esta causa, para la información prevenida por el oficio y decreto anterior mandó comparecer al Dr. Don Iginio de Tala· vera, Cirujano de profesión, de quien por ante mí el presente Escribano le recibió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Se· íwr y a una señal de Cruz, para decir verdad y guardar secreto en lo que supiere y fuere preguntado y siéndole al tenor de los particulares que comprende el citado oficio dijo: Que el Dr. Don J~ian Mata Chacón y Becerra desde el principio de la insurrec· ción y con su escandalosa decisión al inicuo sistema, acreditó !>~r uno de los caudillos principales, pues se constituyó en sub– "l:rsivo seductor, sanguinario y director de economía general y

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