Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

574 MANUEL JESUS APARICIO VEGA y mi contracción al servicio como todo es constante al señor Don J uan Angel Bujanda, actual Prefecto de este Departamento le ha sido evidente al señor Teniente Coronel Don Juan Béjar, más patético al señor Vocal D.D. Agustín Cosio y más constante al s<:ñor Arcediano D-D. Juan Mata Becerra, y al Cura de la Parro– quia de San Blas D. D. Vicente Cabrera. Mis dichos servicios han sido esclarecidos, especialmente mi e:,actitud en el cumplimiento de las órdenes. Mi ciega adhesión . al glorioso empeño la manifesté de un modo indudable en el cam· po de honor. Que mi devoción estaba poseído de un punto prin· cipal allí operó con energía su comisión, desempeñó su deber, y arrolló al enemigo contrario de la caballería le siguió y desba· r:itó enteramente, y unida dicha mi división con los demás cuer– pos se hizo dueño del campo tuvo parte en la gloria y cantó la victoria. En este estado tuve convicción para recoger las armas p(,r dos días del campo de la Batalla como son pertrechos de guerra, cañones, fusiles, sables, rejones y por estos méritos el se· fü;r General Pumacahua me declaró por Capitán efectivo y gra· ciuado de Teniente Coronel con este aliciente más cumplí con mi comisión y mandé conducir muchas armas que fueron entrega· das al mismo señor General Pumacahua. Y siguiendo la dirección de la ruta me encontré en Quiquijana con una espantosa revo· lución contraria al sistema. Mis compañeros padecieron, y yo s:ilvé la vida con muchos trabajos y padecimientos después de sufrir un saqueo total de mi equipaje, y por último sufrí las per– secuciones consiguientes. Como mis hechos son públicos y noto– rios, no tengo el afán de justificar y más porque mis documen· tos originales y demás foj as de servicio perecieron en la contra– rn-volución de Quiquijana como es público y notorio. En este t:stado imploro a la piedad de V. S . porque atendiendo mis ser– vicios y méritos personales se digne reponerme a mi mismo gra– do de Capitán para no ser extrañado de mis honores con facul· tad de cargar casaca e insignia de t al Capitán públicamente a fin de ser tenido por tal, y ser reconocido por las demás corpora· cknes; esto es siendo del agrado y de la generosidad de V.E. Por tanto. A V. E . pido y suplico que habiéndome por preesntado se digne concederme la gracia y merced que solicito y para ello etc. Jacinto Ojeda (Rúbrica). En: Colección Gutiérrez Quintanilla. Argentina.- Tomo IV.- Legajo 8

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