Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución del Cuzco de 1814

U REVOLUCION DEL CUSCO DE 1814 577 cuanto fueron sensibles como indicantes a primera vista de la fa!· ta de energía de las tropas reunidas por el celoso Gobernador Intendente de esta Provincia don José Gabriel Moscoso, para com· batir con los insurgentes del Cusco cuya expedición se aproxima– ba en odio de la fidelidad de este vecindario, fueron lisonjeros en sus posteriores resultados. Dimanaron aquéllos de un principio de la insubordinación en algunos Reclutas, que a tiempo de marchar desde el Campamen· to de Miraflores al de Cangallo, al mando de s u General en Jefe el Mariscal de Campo don Francisco de Picoaga, retrocedieron im· petuosamente hasta la Ciudad, con apariencias de un movimiento convulsivo, que en dicho momento ofrecía grandes riesgos. A esfuerzos del recordado Gobernador Intendente, y de los mismos vecinos, entre quienes tuve la satisfacción de practicar los qt1e estuvieron a mis alcances, calmó el suceso, sin otra conse· cuencia, que la desagradable de haberse dispersado una conside· rabie parte de las enunciadas Tropas. En este conflicto, verdaderamente grande, por la premura del tiempo, y proximidad del enem1go, se creyó forzosa la retirada al Puerto de Moliendo, donde por instantes se esperaba fondease la Fragata Tomás, procedente del Callao, con auxilio de Armamento, y Tropa que remitía vuestro Virrey de Lima, y para verificarla e~taba en contradicción el abandono consiguiente de la Capital, y de su fiel vecindario, acreedor a toda consideración. Conciliando admirablemente ambos extremos publicó el ci– tado Gobernador Intendente un Bando, que reducido en substan– cin a manifestar la resolución de retirarse con la fuerza existen– te. en virtud de los enunciados acontecimientos, excitaba a la de· fonsa de la Capital demostrando las ventajas, y perjuicios ligados a hacerla o renunciarla. Uno de los primeros que en estas circunstancias acreditó el sagrado fuego de lealtad, y patriotismo en que se abrazaba, fue el Presbítero doctor don Mateo Joaquín de Cosio y Urbicaín, de quien con fecha siete de junio del referido año de mil ochocien· t0s catorce, informó al Consejo de Regencia el recordado .Gober– r.ador Intendente don J osé Gabriel Moscoso. Hallábase este benemérito Eclesiástico, encargado de la refor· ma política y Moral del Colegio Seminario de San Jerónimo de es· ta Ciudad, como su Catedrático de Teología, Vice Rector y Vice R;:gente de Estudi,os, y siguiendo los impulsos de su celo, alta– n ct•nte inflamado por la defensa de los augustos derechos de Vues·

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