Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX la revolución del Cuzco
184 LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 tos de la plebe, según lo acredita el N? 2, premeditándose esta de– terminación y mezcla por el resentimiento concebido contra estos profesores del Foro por conceptuar los Autores de aquel escrito hasta denominarlo Escrito de Abogados; no obstante que unos pocos los suscribieron y de que muchos de los ciudadanos a cuyo nombre se introdujo y lo firmaron, no tenían esta investidura. Se hizo notoria entre otras disposiciones del Cabildo la extracción de más de dos mil pesos de los únicos cuatro mil que se hallaban reservados para el transporte del Diputado de la Ciudad a las Soberana s Cortes, con el pretexto de dar dos nocñes de baile y re– fresco al público; disposición que a primera vista manifestó la perjudicial dilapidación de un dinero tan sagrado y que dió mé– r ito a algunos verdaderos patriotas por sí la impedían, a presen– tar ante el mismo Gobierno el escrito del Nro. 3? fundado en las justas consideraciones que él notará a V. A. Serenísima apesar de las que no obtuvo providencia alguna antes sí se franqueó pron– tamente la cantidad acreditada por el documento Nro. 4?, que pidieron los intrusos que se encargaron de su inversión por el lu– cro maquinado con que criminalmente saciaron sus designios am– biciosos creyendo más y más la maldicente calumnia que estos suscitaron en oprobio de los Letrados que suscribieron este segun– do recurso, y permanecieron fieles a los miedos, amenazas y pro– mesas con que consiguieron vuestro Oidor don Manuel Vidaurre y el Escribano del Gobierno Dn. Agustín Becerra (director y encar– gado de los refrescos) retractar de sus firmas a los Abogados D .D. Antonino Rodríguez, licenciado D. Domingo Yépez, y el licenciado don Norberto Torres, sujetos débiles de poco carácter, ignorantes aún de los primeros rudimentos de la Jurisprudencia e indignos por consiguiente de tan gloriosa profesión alegando su propia ig– norancia en lo que habían suscrito y moral violencia inferida por el Abogado D. D. Rafael Ramírez de Arellano que inflamado de un recomendable celo por la observancia de la Ley propuso a al– gunas personas la libre suscripción de ambos escritos. Concep– tuando vuestro sencillo Presidente accidental agraviado el cuerpo de Abogados por el paralelo con los indicados en el S . S . 4 ó acaso perbertido / por los que se locupletaron con el dinero de los re– frescos, donó el arbitrio a fin de que cesasen aquéllos del curso del 2 9 pedimento y no inculcase en la consecución de los testimo– nios que ya habían pretendido para recurrir a V. A. de dirigir un oficio a vuestro Regente encomendándo la satisfacción del agra– vio a nombre suyo, el que lo leyó a presencia de cuantos concurrie-
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