Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX la revolución del Cuzco

LA REVOLUCIÓN DBL CUZCO DE 1814 185 ron en su casa por la anticipada citación que se les hizo, añadiendo un ligero racionamiento correspondiente al intento, y desprendien– do una con otra palabra que hacía sentir no era lo mejor interpo– ner recursos de tal naturaleza que decían oposición a las autori– dades y a la libertad de los suscritos estimulando por otra parte a que hiciese a su arbitrio una demostración de regocijo que acre– ditase en los días de la publicación y jura, su adhesión a la Cons– titución y presentándose gustoso el 23 en que la juró el tribunal de la Audiencia socorrieron por manos de sus Diputados para esta demostración los Abogados Dn. Francisco Sotomayor y Galdos, y don Toribio de la Torre y Salas a la Pleve 300 pesos fuertes qu~ votaron de los balcones de la Casa Consistorial con más dos palan– ganas de plata y varias tarjetas de lo mismo con las inscripciones: Viva el Augusto Congreso Nacional, Viva la Sabia Constitución, Viva Nuestro Ilustre Jefe; todo lo que se costeó por un prorrateo que hicieron los del Cuerpo a excepción de los retractados que se negaron tenazmente a dar la cuota; observándose que ni vuestros oidores ni los Cabildantes perpétuos ofrecieron un obolo de sus peculiares intereses en señal del placer, y afición a la nueva Ley recibida. En el intermedio de esos días puso en ejecución el Jefe político la idea que le sugirieron sus depravados directores de en– comendar la organización de los censos de las parroquias a los Abogados suscritores para distraerlos de los recursos correspon– dientes con que pensaban vindicar su honor vulnerado y expuesto a las acechanzas e invectivas criminales del Escribano Becerra, sus hijos y parciales que a expensas de los sacrificios de los ino– centes quería encubrir su mal manejo e infidelidad en los refres– cos, y los absurdos a que había inducido al Jefe en los asuntos de Gobierno y justicia con los siniestros e influjos de su acostumbra– da cavilosidad escandalizando e intimando el vecindario que no se sabe hacer la justa crítica de estos hechos tan chocantes y noto– rios. / No obstante que veían los Abogados prepotente a este te– rrible rival, asido de las principales autoridades, a precio de sus serviles y costosas adulaciones se arrostraron con su última pe– tición del Nro. 5, instando se les franqueasen los testimonios, ¿ Y cual fué serenísimo señor el efecto de tan justa pretensa? un des– barro escandaloso sin dirección de Letrado que fuese responsable como el dar vista a vuestro fiscal don Bartolomé de la Bedoya y desde aquí principia la causa más negra y escandalosa a la faz del orbe contra aquéllos, y especialmente en odio del Abogado Dn. Manuel Borja y el predicho Arellano por juzgarlos principales

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