Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX la revolución del Cuzco
LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 189 al tnás despreciable tambor ni sustraen la más ridícula piedra de fusil, desprecian altamente la súplica de otros que les clamaban los liberten de sus prisiones contestándoles, vosotros sois delin– cuentes, y por quienes venimos son inocentes conducen finalmen– te a éstos en virtud de la orden, y cuántos se hallaban agolpados en las Plazas, balcones y calles intermedias demuestran en sus ac– ciones y la alegría de sus semblantes el regocijo de verlos libres quienes hasta el día instan por muchos escritos la sustanciación y conjunción de su causa sin conseguir otro p:covehído que la ninguna respuesta del Gobierno y la ocultación del Expediente que antes se giraba con coactación de horas dando ocación con este silencio inesperado a que dirigiese su queja el Dr. Arellano a este Ayuntamiento como uno de sus individuos presentando escrito del N. 7 en cuya virtud, y del de su decreto, se pasó a vuestro presi– dente el Oficio del N. 8. Asombran hechos tan ordenados de un pueblo resentido por las antecedentes vejaciones, que no teniendo cabeza, jefe, ni conductos que le dirigiese en aquellos, no atentase con los que concedía Autores de las inquietudes que tanto detes– taba, conformado al mismo paso con la buena fé de sus operacio– nes, su amor acrisolado al Soberano, su inexplicable apoyo y con– fianza en la Constitución y respeto profundo a las Autoridades en que continúa dando lecciones de fidelidad, lealtad y patriotismo a las demás ciudades que hasta aquí la han respetado como el brazo más esforzado que mantiene a expensas de la sangre de sus hijos y sacrificio de sus intereses la dominación Española contra los ataques subersivos de los espíritus amantes de la inquietud que hayan intentado romper los vínculos más sagrados basallaje. La inalterable tranquilidad del Cuzco, la conservará su propia Re– ligión y el Omnipotente que visiblemente se empeñó en hacerlo cristiano, lo protegerá a medida de sus santas intensiones las que no ha perdido de vista en la instalación de su Nuevo Ayuntamien– to que lo componemos los sujetos numerados con la acta del N. 9 que encargados de la confianza pública y reconocido al honor y aprobación general que nos han dispensado, no excusaremos nin– gún trabajo ni fatiga que sea conducente / a su prosperidad la que será cierta y efectiva con el auxilio de V. A. a quién suplica– mos rendidamente se digne hechar la vista sobre el testimonio de la sumaria del N. 10 que acompañamos en confirmación de la mayor parte de los datos expresados en este informe. Dios Guarde a V. A. Sma. muchos años para aumento de la Religión católica
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